Un género que no falla

La obra es una versión del thriller del dramaturgo francés Robert Thomas, también con sus versiones en cine, esta vez en una sala teatral porteña. Cuenta la historia de Daniel Corbán quien denuncia la desaparición de su reciente mujer. Pero inesperadamente, a los días del suceso, se presenta a su casa un sacerdote con una mujer que dice ser la esposa, sin embargo, Daniel no la reconoce como tal. A partir, de allí, la trama da varios giros argumentales ocultando una verdad que se escabulle hasta el final.

Para quienes gusten del género policial, tendrán la oportunidad de resolver el misterio sí están atentos a los indicios que dan los personajes, como así también, de disfrutar con los pasos de comedia de algunos personajes secundarios.

En la dirección de actores se nota la buena intención de mantener una dinámica ágil en el devenir de la intriga, pero, las transiciones de acción de los personajes resultan aceleradas, poniendo en desventaja el realismo al que apunta la estética de la obra.

Sin apelar a efectos de luz o sonido, el suspense recae en la actuación, con un elenco parejo que sorprende escena tras escena. Los personajes se encuentran caracterizados con un vestuario de época, el cual se podría ubicar entre los años 40 y 50, los personajes femeninos con polleras de tubo y acampanadas, con peinados voluminosos y accesorios grandes, asimismo, la típica gabardina que identifica al detective; estos elementos estéticos junto con las texturas de los muebles, configuran un imaginario cinematográfico del género.

Daniel (Federico Llerena), como protagonista, está casi siempre en escena rebotando entre la verdad y la mentira, sostiene el papel de víctima sin perder naturalidad excepto en los momentos que abusa del tono afectado en su actuación.

La puesta en escena representa el living de una casa de verano de clase media-alta como a la que pertenece Daniel. Un mobiliario fino de colores tierra, un mini bar dónde se tejen trampas, un teléfono a disco al que acuden para resolver situaciones, y tres puertas fundamentales por las que entran y salen continuamente los personajes acrecentando la tensión y enredando a Daniel en una confusa realidad que lo encierra cada vez más.

Por supuesto, no falta el móvil del dinero, un elemento característico de este género por ser la zanahoria tras la que corre el conejo burgués.

Recomendada para un plan de viernes por la noche: Trampa para un hombre solo, una obra para entretenerse.

 

Ficha

Intérpretes: Federico Llerena, Mariela Compagnucci, Gonzalo Guerrero, Alejandra Chagas, Marcela Morales, Roberto Acosta

Dirección: Cristian Quiroga

Género: Thriller