El pasado no resuelto

Cuantas veces fantaseamos con la idea de tener la posibilidad de resolver eventos inconclusos de nuestro pasado. Esa palabra que no nos animamos a decir, ese sentimiento que ocultamos o que no pudimos demostrar, esa persona que pasó por nuestras vidas y siguió su rumbo sin que supiera cuán importante era para nosotros o cuanto daño nos había causado.

Ingresamos a la sala, suena música melódica en inglés, luz tenue, pantalla proyectando el nombre de la obra, dos cuerpos de mujeres desparramados en el piso. Luego que el público tome sus asientos, esas jóvenes actrices (Micaela Fariña y Belén Amada) irán retomando su conciencia con una enorme confusión y desequilibrio. Han tenido un accidente en la ruta camino a la provincia de Chaco, a donde se dirigían para la boda de dos ex compañeros de secundaria. A medida que ellas logran reacomodarse física y mentalmente, nosotros como espectadores logramos conocer sus personalidades, sus historias de vida y los objetivos de esta travesía. La música ocupa un lugar central de la obra, no por nada se autodenomina como un melodrama queer musical. Dos mujeres dispuestas a todo para que “aquello que no es amor, no sea nada” promete el flyer.

Ambas actrices demuestran su calidad actoral en escena haciendo de la trama un vertiginoso suceso teatral. Con más de una temporada en cartel ambas se brindan de lleno en el escenario, dejando alma, sudor y lágrimas en cada escena. Una obra que les implica a las dos un desafío corporal muy importante, con gran desgaste energético. Se destaca la proyección vocal tanto de Micaela como de Belén. Son de esas intérpretes que no necesitan ningún tipo de micrófono para ser escuchadas. La interpretación musical, la diversidad vocal, la calidad y calidez de la voz de Micaela Fariña son dignas de enfatizar y valorar. El mix musical del final es antológico.

“Chaco Arde” es una experiencia escénica que nos invita a reflexionar sobre los desafíos actuales de los vínculos y las relaciones humanas. Una obra que nos incita a repensar nuestro pasado y de que manera esos sucesos pueden seguir afectando nuestro presente. Una pieza que definitivamente se prende fuego cada noche, demostrando que la vida se debe vivir con suma intensidad.

 

Ficha:

Elenco: Micaela Fariña y Belén Amada

Director: Gonzalo Quintana