Algo de Ricardo

Algo de Ricardo

Ficha

  • Datos de funciones:

    Información sobre las funciones, en la cartelera

  • Prensa:

    Laura Brangeri

 

El sutil encanto de ser un villano

“Ricardo III” es uno de los personajes más codiciados por los actores, dentro del universo shakespeareano. Junto con Hamlet, Rey Lear y Otelo conforman una meca para quienes ansían encarnar un papel, en el cual puedan sacar a relucir sus dotes actorales. Pero la particularidad de este personaje es que es un héroe-villano: no cae en desgracia por los avatares de un mundo cruel, sino que provoca el desmoronamiento del mismo, a causa de su envidia, su vileza, su ambición y su egoísmo. Sin embargo, el público se ve atrapado, en cada representación o puesta en escena de la obra, por encanto de este rey deforme para el cual la felicidad y la belleza son un bien inalcanzable.

En esta versión, la intriga de la trama original se traslada al mundo del teatro: un actor al que le ofrecen encarnar al propio Ricardo, se mueve en un ambiente lleno de rencillas, de vanidades, de egocentrismos, de peleas por intentar sobresalir en un entorno que muchas veces se vuelve hostil. La cabeza del rey es la del director de la obra; una obra en proceso de construcción, con alianzas entre pares, con visiones contrapuestas, y con un rumbo que, si bien es certero, por momentos se torna frágil e impredecible, como en todo reino.

Osmar Nuñez, quien protagoniza este unipersonal, encarna de forma soberbia el desafío de llevar a escena esta propuesta. Sin dudas, sus cualidades interpretativas están por demás demostradas en trabajos anteriores y, en especial, su excelso manejo de la palabra. Logra dar con su presencia, organicidad y enorme talento, una clase magistral de actuación. La dramaturgia de Gabriel Calderón, reconocido y premiado autor uruguayo, quien ha reversionado este clásico con gran acierto y maestría, encontró en Nuñez un actor que está a la altura de un personaje como este.

La directora -en un trabajo de dirección excepcional y preciso- logra encontrar en cada recoveco del espacio escénico, una posibilidad y un recurso que permite que el actor se desplace con naturalidad y, a la vez, llene el espacio de una gran teatralidad. El diseño de luces, los juegos de sombras, el vestuario y la escenografía son acordes y funcionales a la acción dramática; cada detalle esta cuidadosamente marcado y puesto al servicio de la escena.

Se podría pensar, en principio, que ésta es una obra solo para actores o para quienes forman parte de ese particular mundo teatral, pero no. Nada que tenga que ver con Shakesperare escapa a la condición humana; porque «Ricardo III» puede ser encontrado en cualquier lugar; incluso, en la propia sala, escabullido entre las butacas, conformando ese gran público.

Harold Bloom escribía lo siguiente en su libro «Shakespeare, la invención de lo humano»: “Cuando cae en el exilio y en la ejecución, nos estremecemos ante la orden de Ricardo dirigida a cualquiera de nosotros: “¡Basta de contemplaciones con el público! ¡Caiga su cabeza!” Merecemos nuestra posible decapitación porque no hemos sido capaces de resistir al escandaloso encanto de Ricardo, que ha hecho de nosotros otros tantos Maquiavelos.”

«Algo de Ricardo» es un unipersonal imperdible, con una dirección, un texto y una interpretación deslumbrantes; que hará que los espectadores aplaudan de pie al terminar cada función.

Ficha:

Intérpretes: Osmar Núñez

Dirección: Mónica Benavidez

Categorías: Reseñas

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