28 almas en el hielo

28 almas en el hielo

Ficha

  • Datos de funciones:

    Información sobre las funciones, en la cartelra

  • Prensa:

    Valeria Franchi

 

Las aguas se endurecen como piedra y se congela la faz del abismo

Sonidos de olas y el viento de alta mar, un viento que suena a frío congelante. Esa es la primera sensación que se logra percibir cuando el silencio deja ser silencio. Silvia Copelo vestida de negro y bajo una luz tenue abre las compuertas de una narración sumamente detallada y expresiva e induce a ser parte de su tripulación para contar las aventuras a bordo del Endurance, el buque rompehielos que protagonizó la Expedición Imperial Transantártica,  la última gran expedición de la edad heroica de la exploración de la Antártida.

Para poblar dicha embarcación el explorador polar irlandés Ernest Shackleton habría publicado en un diario:

“Se buscan hombres para viaje peligroso.  Salario bajo, frío penetrante, largos meses en la más completa oscuridad, peligro constante, y escasas posibilidades de regresar con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito.”

De las quinientas  respuestas que tuvo el anuncio sólo veintiséis fueron seleccionadas. El objetivo central era llegar a un territorio que nunca había sido explorado , forjando una ruta que iniciría en Plymouth (Inglaterra) pasando por Buenos Aires y Georgias del Sur hacia la Antártida. Pero, aunque todo había sido perfectamente planeado, la naturaleza incidiría una vez más en los planes del hombre.

Esta historia real fue publicada por Shackleton en el libro “Sur” en 1919 después de una travesía de casi dos años.  Al mismo tiempo que en el hemisferio norte ocurría la primera Guerra Mundial, en lo recóndito del sur estos hombres vivirían su propia guerra, una guerra interna  intentando sobrevivir a temperaturas de entre -20 y -30  grados, con escaza comida, sin refugio y sin comunicación.

Silvia Copelo mantiene a los espectadores en una escucha atenta e intrigante, transmite su empatía apasionante con esta historia que la interpeló al viajar por el Mar de Weddell y sentir en el frío viento un susurro que arrastraba el nombre Shackleton, como si la historia se aferrara mantenerse viva pasando de oído en oído como una tradición en tiempos inmemoriales.

Las proyecciones escénicas permiten ver imágenes testimoniales y a sus protagonistas capturados por el fotógrafo Frank Hurley quien había sido uno de los tripulantes. Una compaginación que aporta un gran valor y soporte a la narración. Rescatadas de una lata sellada atraviesan la historia para ser las memorias de esas almas en esta atrapante y conmovedora obra.

La dirección de Fernanda Gómez  invita a experimentar la historia con cercanía, casi con intimidad, como una anécdota contada por un familiar cercano que ha vivido en carne propia como el corazón humano se pone a prueba bajo condiciones extremas.  Endurance en castellano significa resistencia  y es justamente esta capacidad la que se pondrá a prueba hasta el punto límite: bajo el confinamiento puede relucir lo mejor y lo peor, rozarse los límites de la cordura y los sueños estar al borde de quebrarse, en tanto y cuando aún se conserve, como en el fondo de la caja de Pandora, la esperanza dentro.

 

Ficha:

Dirección: Fernanda Gómez

Narración: Silvia Copello

Género: Unipersonal / Relato histórico.

Categorías: Reseñas

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