Reescribiendo la historia

Mientras los espectadores aguardan el comienzo del espectáculo, al fondo del escenario se vislumbran, de manera velada, los camarines donde las actrices e intérpretes se preparan antes de salir a escena.

De repente, la escenografía muta y el espacio escénico se transforma en el interior de una casa de alta alcurnia adornada con muebles antiguos de origen europeo, pañuelos blancos de origen inglés, vajilla de Paris, etc.

A través del relato de seis historias que atraviesan diversos momentos fundamentales de la historia argentina, un grupo de amigas se reúne en la casa de Amalia, debatiendo ideas que las interpelan, dialogando sobre sus vidas personales íntimamente ligadas al contexto político social de la época.

En esta magnifica interpretación realizada por Julia Calvo, Cecilia Milone, Andrea Politti, Romina Richi, Micaela Riera, Maite González y Rodolfo González Estevez, cada una de ellas representa a un sector político y social particular, pasando por el sector popular, militar, anarquista, feminista y la gestión política.

A pesar de las diversas perspectivas políticas que puedan manifestar, este peculiar grupo de amigas privilegiaran su lazo de unión en momentos álgidos de la historia argentina. Como sostiene Peter Brook: “la vida es movimiento” y estas interpretaciones “…se aúnan en el constante escribir de nuevo la historia y en la rectificación de la vida cotidiana”.

En dichas interpretaciones se destaca el trabajo sobre las voces que cambian de tonalidad para lograr un efecto humorístico en el texto y la reacción del público expectante, como así también, el uso de la espacialidad de ciertas frases que le otorgan un peso específico a determinados fragmentos del guión donde están inscriptas las marcas de la emocionalidad.

Dicha teatralización de la voz es un aspecto clave que le otorga agilidad y marca el ritmo de las diferentes historias, desde la cual, se luce la interpretación de Julia Calvo, una actriz de trayectoria, donde se destacan sus actuaciones en películas emblemáticas como “Caballos Salvajes” o “Evita”, entre otras.

En cuanto a los relatos desarrollados en el guión, cada historia concluye con una fotografía en blanco y negro proyectada en el fondo del escenario y se inicia, con la inscripción de la fecha y el año donde transcurren los sucesos que van a contarse. A modo de resumen, la historia se inicia en 1909 en un contexto convulsionado entre las fuerzas militares y grupos anarquistas, pasando por el año 1920 donde agrupaciones feministas expresan la lucha por lograr la igualdad en espacios dominados por los hombres, desde la búsqueda del voto hasta la posibilidad de bailar tango en los salones, espacio, en ese entonces, vedado para las mujeres.

Luego, abordarán aspectos de gran trascendencia para la historia como el voto femenino y la figura de Eva Perón, aludirán al Cordobazo de 1969, la angustia de madres y abuelas en la incansable búsqueda de los hijos desaparecidos por el proceso militar y finalmente, el discurso de Alfonsín ante el inminente regreso de la democracia.

Otro aspecto fundamental es el cambio de vestuario que se va adecuando al contexto de la época, desde vestidos largos hasta los trajes influenciados por la moda europea y norteamericana de los años 50.

En cuanto a la iluminación, en ciertas escenas se emplea nadir para proyectar el haz de luz sobre determinados diálogos entre amigas y a su vez, inundando de oscuridad el resto del escenario

En conclusión, la obra “Porteñas” es una excelente propuesta para disfrutar en familia, que, a través de un viaje por la historia argentina, mezcla el humor y la tristeza, invitando a reconstruir el pasado y de esta manera, pensar, nuevamente, el presente.

Ficha

Elenco: Julia Calvo, Cecilia Milone, Andrea Politti, Romina Richi, Micaela Riera, Maite González y Rodolfo González Estevez.

Dirección: Manuel González Gil

Género: Comedia dramática