Aquellos años felices

Terminando la década del ´80 se vivían tiempos complicados, principalmente por la crisis económica, la hiperinflación de los precios, el elevado costo de vida, los problemas de suministro de energía eléctrica (por citar algunos de los problemas que existían en a nivel local en Argentina) y la tensión reinante a nivel mundial por la división del mundo por parte de Rusia y Estados Unidos durante la guerra fría, que tenía en vilo a todo el planeta con la amenaza de una guerra nuclear.

En ese contexto convulsionado transcurre la obra y durante las primeras escenas pinta este panorama de una manera muy realista apelando a audios radiales, noticieros, canciones y diálogos con modismos de esa época, que nos sitúan inmejorablemente en tiempo y espacio.

Desde el comienzo se presenta una situación cotidiana en una cerrajería, en la cual se encuentran Hernán (el heredero del negocio familiar) y Hugo (su joven ayudante, que con su particular ingenuidad le pone un toque de humor a la obra). De pronto ese devenir cotidiano se ve interrumpido por un evento extraordinario: tras haberse cumplido diez años del fallecimiento del padre, se reúnen Hernán y sus otros dos hermanos (Fernando y Gregorio) para exhumar los restos y cumplir con un extraño pedido del progenitor.

Es así como entran a formar parte de la trama Fernando, el hermano que vive en Buenos Aires, el cual tiene un buen pasar económico gracias a tener varios videoclubs (negocio de moda por aquellos años) y Gregorio, otro de los hermanos que vive en Estados Unidos con un mejor nivel de vida que los anteriores. Con el avance de las escenas se va desentrañando una trama vincular compleja que se da entre los miembros de esta familia, incluida Nora, la mujer de Fernando, quien tiene gran incidencia en la revelación del misterio.

Las actuaciones de tono hiperrealista, así como también el diseño espacial-escenográfico, la iluminación, el vestuario, la utilería, el diseño sonoro (que recrea el clima de la época, con hallazgos como una sketch del manosanta del programa de Olmedo que se va fundiendo con lo que sucede en el escenario o fragmentos del noticiero Nuevediario), todo ello se conjuga para generar un efecto de gran verosimilitud en escena.

Una propuesta auténtica escrita por Teodoro López y dirigida por Leandro Airaldo.

Ficha:

Actúan: Tobías Bearzotti, María Colloca, Emiliano Díaz, Germán Rodríguez, Gonzalo Ruiz

Dirige: Leandro Airaldo

Género: Drama