La ficción como espejo y refugio

La creación artística se presenta, muchas veces, como el único motor para sobrevivir a la tristeza. En esa imagen casi mítica del escritor apesadumbrado, que necesita de la ficción para seguir adelante, se ancla “¿Y la comedia?”, una obra que explora la relación entre el creador y su obra, y cómo los límites entre la vida y lo que se escribe se vuelven confusos, en una superposición de capas de sentido.

La trama sigue a un escritor sumido en la melancolía tras una ruptura amorosa. Encerrado, intenta avanzar en su novela, que paradójicamente trata sobre una pareja separándose. La pieza da un giro cuando los personajes de esta novela comienzan a dialogar con él, interpelándolo.

La dramaturgia y dirección son de Ignacio Pozzi, quien realiza un trabajo exquisito desde la puesta en escena. Utiliza los recursos propios de la sala del Teatro Polonia, integrando sus ventanas y puertas reales a la ficción. La dirección es dinámica y crea imágenes de gran belleza estética, aprovechando cada rincón para potenciar este universo caótico.

Las actuaciones son el gran motor. Los intérpretes entregan un trabajo sólido, que transita un realismo constantemente atravesado por lo onírico de la propuesta. Vero Romero, Andrés Gavaldá y Tomás Castaño muestran personajes sólidos y encantadores. Mientras que Pilar Rodríguez Rey se destaca especialmente componiendo los dos roles femeninos (la ex pareja y el personaje de la novela), logrando diferenciarlas con matices precisos, pero manteniendo una inquietante y lograda cercanía.

La escenografía habla por sí misma: un piso plagado de papeles, una máquina de escribir y un catre, componen un espacio sórdido que refleja el estado anímico del escritor. El diseño de iluminación es otro acierto, con luces que ingresan desde las ventanas y refieren a personajes específicos.

«¿Y la comedia?» (título que ironiza sobre su propio giro dramático) es una propuesta que, si bien parte del drama, conserva un aire tierno. Es una obra sólida, plagada de matices, con un elenco formidable y que además juega inteligentemente con la doble creación (la novela que inspira la obra se puede descargar). Un teatro vivo que transforma el dolor en un hecho poético y merece un largo aplauso.

Ficha:

Intérpretes Tomás Castaño, Pilar Rodríguez Rey,

Vero Romero, Andrés Gavaldá

Diseño de vestuario Luisina Evangelista

Diseño sonoro Ramiro Saá

Diseño de iluminación Víctor Chacón

Diseño gráfico Hernán Tonellotto

Dramaturgia y dirección Ignacio Pozzi

Género: Comedia Dramática