Simuladores

Un grupo de empleados de un call center que brinda servicios de atención al suicida tienen la ardua labor de ayudar a gente desconocida a que sigan valorando el sentido de vivir, mientras ellos intentan soportar sus propias desdichas diarias.

El argumento se divide en seis episodios y una coda musical. Los primeros cinco son el transcurrir de una semana hábil, así de lunes a viernes, se observa el desarrollo de los vínculos laborales y humanos que conforman a este grupo de oficinistas. Desde una actuación realista los personajes quedan atrapados en situaciones al borde del hiperrealismo que por momentos parecen estallar tras la pérdida de algún llamado pero luego todo se vuelve a encaminar con el mismo absurdo sentido cotidiano.

Con una estética de distanciamiento, la historia se fragmenta mediante cortes entre las jornadas que están dados por apagones, juego de luces de colores y una pantalla  ubicada arriba del espacio escénico, que funciona como un cartel donde se indican los días de la semana que van transcurriendo. Así mismo, los sucesivos cambios de vestuario se suman a la propuesta temporal aportando juego y carácter a los distintos personajes.

Son muy parejas las actuaciones de los cinco empleados que integran el grupo dirigido por Miriam (Malala González), jefa de piso que se destaca por su energía avasallante, consecuencia de la experiencia escénica de la actriz que la encarna. Otro de los personajes que sobresalen es Lesly (Sofía Fernández), la nueva, como recién llegada al mundo, maneja una dulce inocencia dándole un carácter relajado a su rol que contrasta con el resto del equipo que continuamente están sufriendo por el desamor, los deseos postergados y las apariencias. Aunque opuestas, tanto Miriam como Lesly son amantes de la música, recurso que las une y les sirve de estrategia de escape de la soledad que rodea a las oficinas.

El climax de la obra sucede con la inesperada llegada de una mujer que pone en riesgo el trabajo de estos oficinistas, este es un gran momento de tensión donde el argumento pareciera dar un giro  filosófico dejando preguntas abiertas más que respuestas.

Luego se cruza una nueva trama con el ingreso de un equipo de producción de contenido para plataformas digitales, a partir de allí la historia deviene sensacionalmente patética pues se exponen en primer plano las contradicciones de los personajes y la superficialidad de sus actos humanos. Si bien se generan nuevas situaciones de desborde emocional, nadie mejora, y el simulacro de la vivir se vuelve un argumento blando.

El sexto episodio está dado por una ruptura espacial que provoca una elipsis temporal, primero los paneles de la oficina se giran para formar un gran paredón blanco volviendo al espacio de representación como un lugar de soplo existencial donde todos los personajes, unificados con remeras negras, aceptan de una voz off como si fuese la misma vida quien les relata el futuro de cada cual.

Finalmente la coda musical se transmite como ese último respiro de una vida a la que constantemente se le busca un sentido, todos saltan, están bien, pues son buenos simuladores.

 

Ficha

Intérpretes: Pascual Carcavallo, Tomás Coxe, Sofía Fernández, Natalia Godano, Malala González, Tomás Landa, Tomás Pippo, Victoria Sarchi, Lucía Tirone

Dirección: Andrés Binetti

Género: tragicomedia