La música en las venas

Los 80´sin dudas fueron muy importantes para el rock mundial y Los Ángeles un centro neurálgico, una meca a la que todos los artistas querían llegar y este musical une ambas cosas, mechadas con historias de amor.

Sherrie (Martu Loyato) es una chica de pueblo que llega a la gran ciudad para triunfar como actriz, allí se topa inmediatamente con Drew (Alex Munton), un rockero que sueña con ser una estrella, mientras trabaja en un bar legendario y sin saberlo todo cambiará para ambos a partir de ese encuentro.

Dennis (Emmanuel Degracia) es el dueño del lugar “The Bourbon room”  y junto a su fiel amigo (¿amigo?) Lonny (Pedro Raimondi), deberán salvar a ese sitio tan emblemático, de unos empresarios alemanes (Mario Angelome y Leandro Bassano) que quieren “mejorar” la zona. Mucha gente estará en contra y al frente de las protestas habrá una mujer (Michu Wiernik) que lo dará todo por mantener el barrio tal como es.

Los encargados del bar tienen una carta por jugar, que Stacee Jaxx (Esteban Merdeni), un rock star en decadencia, reviva sus buenos tiempos, en el bar que lo vio crecer y así poder salvarlo.

No tardarán en llegar las confusiones, los problemas, los amores cruzados, sueños frustrados y otros cumplidos, en este musical que avanza al ritmo de canciones icónicas de la época.

Hay varios personajes acompañando a los protagonistas de la historia, tal es el caso de Justice (Daniela), quién maneja un cabaret de la zona y jugará su rol en la vida de varios personajes. Ella se destaca por su caudal vocal; además realmente se la ve muy cómoda en este género que se anima a transitar, está muy suelta.

Completan el elenco: Lucía perdigón, Naia Giuliodoro, Felipe Tarigo, Rocío Plaza y Joaco Longhi.

Un grupo de artistas muy parejo, llenos de energía a la hora de bailar (mucho) y todo el power para llevar adelante el repertorio de éxitos que atraviesa la historia.

El cuarteto protagónico con muy buenos desempeños, Martu tal como viene demostrando en sus últimos trabajos, claramente tiene todo para triunfar en el género. Axel es la revelación de este espectáculo, una voz tremenda y muy buena interpretación. Emma demuestra su amplia experiencia componiendo un personaje que si bien le queda lejos en la forma de hablar, pero toma el desafío, “rompe” su voz  y lo atraviesa con gran atino, logrando un Dennis muy bien perfilado. Por último Pedro, con un personaje que más allá de su rol en la historia, es el narrador, atravesándola de punta a punta, con mucha gracia y desparpajo.

Una versión en la que hay mucho humor dando vueltas, un tono de comedia casi permanente.

Un detalle “raro” de esta versión, es que se suman en el guion comentarios que temporalmente son muy posteriores al momento en que la historia se está desarrollando y hablan de Diego Bonetta o de Tik Tok, cosa que se vuelve un poco disonante.

La escenografía, es un gran acierto, con sólo cambiar el texto, se va del interior al exterior del bar (que es dónde ocurre todo), un espacio construido a detalle desde los tonos ocres y rojos, los materiales, donde priman la madera y el metal, todo funciona muy bien. Esto se complementa con una gran pantalla al fondo, que sirve como contextualizadora en algunos momentos y como complemento en otros.

Vale destacar también el vestuario y las personificaciones, que pintan la época de pies a cabeza, desde los peinados, hasta los colores y los diseños, sin dejar de lado, el hecho de hablar de cada personaje.

Otro gran punto a favor es la música en vivo, esa es siempre una buena noticia, con Marcos Cavagnaro (Guitarra), Roy Rodríguez (Guitarra) Mariano Mildenberger (Bajo),  Hernán Miranda (batería), Fausto Szapari (teclados). Funciona muy bien con el apoyo de los pitsingers (cantantes fuera de escena) Ariadna Thachuk – Rodrigo Muñoz – Juan Del Pup – Marian Lorena Vazquez, como apoyo.

El trío de directores Gabriel “Galo” López (dirección general), Elías Cafiero (dirección musical) y Marina Paiz (dirección coreográfica), sabe lo que hace y se conocen de memoria a la hora de trabajar, ya que comparten los roles hace varios años, en su productora Covershow; esto hace que todo ensamble de la mejor manera y las energías estén dónde corresponden, terminando el rompecabezas, sin problemas.

Un recorrido musical que pasa por The weekend, Journey, Bon Jovi, Poison y Twisted Sister o Whitesnake, entre otros íconos, es la excusa para una divertida comedia musical, en la que los sueños, la ilusión, la realidad y el amor, tienen su lugar. Buena música, un gran grupo artistas y mucho una historia en la que los sueños ocupan un lugar central.