Psicosis, la mente de un asesino

Psicosis, la mente de un asesino

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Voces en mi cabeza

“Psicosis, la mente de un asesino” pone en cuestión el tema de la salud mental como algo que debe ser dicho y tratado en la sociedad  de manera importante, con respeto y celeridad, cuenta la historia de Noah (Juan Diego Sagasti) un joven desequilibrado que desde su niñez convive con voces en su cabeza que a diario le marcan el ritmo de vida.

El bullying constante al que es sometido desde su infancia lo trauma y crece en un ambiente donde la materialidad es algo esencial, si bien Sara (Anto Scarvaci) y Tomás (Santiago Adorno) sus padres, no le dan a Noah un vínculo afectivo estable llenan esa carencia comprándole regalos constantemente haciendo que ese vacío de amor se vea completo. Este “abandono” que se produce desde la familia hace que él desde pequeño se vincule con su abuelo, cazador, y entienda la vida como una cacería haciendo que en su juventud la venganza contra quienes lo oprimieron, ofendieron y lastimaron sea el punto final en la vida de muchos.

Rodeado de vínculos que acallan ese dolor con el que crece Noah, Ysa (Margott Francine), su amiga de la infancia busca recordándole momentos alegres, acompañarlo cuando él está inmerso en ira y oscuridad, lo único que quiere es que nadie lo ayude. Ema (Micaela Steger), es su novia en la universidad, si bien lo ama y acompaña para alejarlo del dolor que trae consigo, también sufre consecuencias que la llevan a alejarse debido a que ciertas actitudes de él le dan miedo. Tiempo después de separarse de Noah tras sufrir episodios violentos, comienza un noviazgo con Jhon (Axel Zaffiro), amigo de Noah, despertando en el protagonista un sentimiento de ira y vacío.

Esta tragedia, cuenta con partes musicales que envuelven a Noah como eje principal en todo momento, la iluminación y música (Pablo Ocanto) acompañan el espectáculo de forma magistral ya que la mezcla entre luces rojas (ira), verde-azulino (tranquilidad, culpa) y los oscuros que se generan hacen una atmosfera que enlaza cada parte del espectáculo; las emociones son plasmadas en las letras interpretadas por algunos personajes con un entusiasmo que da contexto a cada palabra dicha; la puesta coreográfica (Anto Scarvaci) es magnífica ya que  la coordinación y pasión puesta por cada integrante es sublime. Se genera entre estos tres elementos claves en el espectáculo una sensación de completitud ya que no puede imaginarse uno sin el otro, es un hilo conductual que hace de la obra una composición única.

El dolor, el bullying, los insultos, las risas burlonas, el desapego, trasmutan en una venganza, donde el protagonista decide matar a todo aquel que le hizo mal, pero ¿puede una tragedia despertar sentimiento de empatía?.

Leandro Ramírez (producción) y Pablo Ocanto (director), expresan en este espectáculo una mezcla de sentimientos como lo son bronca, tristeza, dolor, regocijo, venganza, entre otros desde la mente del personaje, dando a entender que dejarse guiar por esos sentimientos y las voces en la cabeza es una decisión propia que puede traer consecuencias horribles; no lo marcan juzgando al personaje sino mostrando lo que puede suceder cuando uno es víctima de vivir sistemáticamente no pudiendo salir de ese entorno.

La actuación de Juan Diego Sagasti es notable ya que dentro de su composición plasma en Noah un camino de vida y crecimiento en el cual la psicosis es el hilo conductual, interpreta sin ningún inconveniente y con mucho profesionalismo a este personaje dándole a cada escena el toque justo que la misma necesita.

El caudal vocal de las intérpretes en las canciones son fantásticas destacándose entre algunas Sofía Peña (Maca) y Anna Paula Felice (Zoe) quienes interpretan sin forzar las dos canciones que ponen a Noah en evidencia señalando que sus actos no son correctos, la actuación de esta última es excelente ya que la emocionalidad le fluye naturalmente; el dolor, la desesperación, la tristeza y el llanto brotan del personaje con espontaneidad generando un borramiento entre personaje y persona. Paz Belén (Pao) y Rocío Maribel Díaz (Mel) son dos actrices que logran trascender del escenario a la platea dándoles a sus personajes una importancia relevante desde  el sufrimiento, Maribel Díaz vivencia su personaje con una profundidad sublime, todos los sentimientos en ella se hacen carne y son exteriorizados con sencillez.

Del elenco masculino Franco Perna es un cantante excepcional y la picardía en su decir como así también su manera de vivir el personaje son increíbles, la expresión recorre su cuerpo siendo quizás su mirada lo que más transmite.

“Psicosis, la mente de un asesino”, es una tragedia musical sublime que hace repensar la salud mental desde una mirada muy profunda y es un camino para que se deje de juzgar socialmente.

 

Ficha:

Actores: Juan Diego Sagasti, Micaela Steger, Anto Scarvaci, Santiago Andorno, Margott Francine, Guillermo Guilarte, Axel Zaffiro, Nahuel Fontau, Candela Rodriguez, Ana Paula Felice, Lucio Desimone, Rocio Maribel Díaz, Lucas Barrios, Franco Perna, Evelyn Alfonso, Franco Casas, Paz Belen, Sofia Peña, Melina Armandi, Felipe Boga, Kervin Semprun, Cami Mollo.

Dirección: Pablo Ocanto

Género: Tragedia Musical

Categorías: Reseñas

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