Precoz
Ficha
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Datos de funciones:
En cartelera
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Prensa:
Varas Otero
El hijo no me alegra…no me sacia
Las voces declaman desde el automatismo feroz de la temporalidad, desde un presente explosivo que da pasos agigantados presagiando, acaso, el final. Las palabras que evocan situaciones y las imágenes, reproducidas por estas, de por sí más que elocuentes, fluyen en un devenir frenético y junto a los ecos de otras personas, concentran y exponen la soledad de una madre y la vida de su hijo perdida y acorralada entre deseos, necesidades y aventuras delirantes. Y ahí están ellos, como en un limbo, revelando la experiencia de dos cuerpos: madre e hijo atravesados por impulsos primitivos. Todo gira en torno a lo erótico y a la obsesión por saciar las necesidades del otro insertos en una cultura que no contiene.
“(…) Patinar, girar y volcar (…)” gritan al unísono para estrellarse divertidos. Cada gesto, cada palabra se reproduce en la dinámica de estos personajes que en su fascinación perturbadora se atraen y convulsivos intentan y escapan. Se frenan ante al tabú del incesto. Corren, roban, vuelan, bailan. Cazan, son perseguidos, buscados. Se esconden. Y son amigos, compañeros, se aman, se necesitan, se repelen y se fastidian. En esta reposición teatral de Precoz, novela de la reconocida y premiada autora argentina Ariana Harwicz, la rítmica en el devenir de las palabras, potenciadas hasta la apoteosis del placer por esta dupla de gran calibre, provoca, en acumulativo crescendo emocional, un pulso que se acelera, un latido que por momentos se paraliza para luego latir voraz y exceder todo límite.
En un paisaje marginal, el escenario despojado y la presencia de un sillón desvencijado, que se acomoda a las necesidades escénicas, instala el límite entre un interior caótico aunque extremada y peligrosamente tierno y un afuera incisivo que no acompaña:-¿Quién es el responsable del menor? (…) ¿qué edad tiene su hijo, está escolarizado?. Preguntas de rutina que no sirven para nada porque no modifican ni mejoran nada. Personajes que obedecen a pasiones límites, irremisiblemente humanas y se confunden, se desploman, por momentos, se salvan. Una puesta dramática que es fiel a la violencia de las frases que se cargan de imágenes donde la maternidad es el foco de la contienda. El clima de realidad y sueño es evocado con habilidad por sutiles ribetes lumínicos que rodean los paneles abarcando las escenas. El acompañamiento musical imprime la dosis de pasión, tensión y verdad en una puesta que funde la experiencia estética con la vital.
Ficha
Intérpretes: Valeria Lois y Tomás Wicz
Dirección: Lorena Vega
Género: drama
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