Revolución de los sentidos

¿Cómo podríamos ver la historia de éste país, tan cercana como distante, metiéndonos en rincones de hogares de la sociedad? En Luces, la Revolución nos muestra, aunque sin el sentido de la vista por tratarse de una producción del Teatro Ciego, una posibilidad acertada de responder a la pregunta. Porque nos muestra una sociedad civil en plena ebullición, con sus costumbres y valores de la época hoy distantes, pero a la vez tan cercanas porque aunque hayan pasado 200 años, de habernos independizado de la tiranía, hoy es cercana a repeticiones que todavía no supimos aprender. Una sociedad fragmentada a la mitad, iniciando una grieta, una isla, que nos separa unos de los otros. Pasados presentes.
Eran años de muchos movimientos políticos de un letargo que fue despertando un sentimiento nacional, poco a poco para lograr salir de aquello que se encontraba en sombras, a oscuras como la misma obra, para destellar luces de la Revolución que avanzaba a pasos inevitables y agigantados.
Quiero destacar, en principio, los efectos de la obra. Una obra a ciegas, pero que nos inspira y nos muestra desde otro punto de vista. Si existe alta definición de audio o video, podría catalogar de alta definición a los aromas que acompañan la obra. Olores que son propios de una Buenos Aires en sus propias cunas de ciudad, una vida diferente, de campo. Los movimientos de los actores sobre este escenario imaginario, acompañado por los efectos de sonido muy bien logrados, afinan la armonía actoral, que sin ir más lejos, una de las mejores que pude escuchar. Nota un trabajo de investigación del idioma propio de aquel entonces.

Ficha:

Elenco: Gerardo Bentatti, Mario Colussi, Pablo Delgado, Sabrina Heisecke, Javier Rosón, Marta Traina, Sandra Ferraro
Dirección: Gerardo Bentatti
Autor: Martín Bondone
Producción General: Teatro Ciego