Plaga

Ficha
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Datos de funciones:
Funciones: Viernes de abril | 21.30hs
Sala Batato Barea – Av. Corrientes 2038 -
Prensa:
Prensa: Rojas
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Entradas:
Entrada: $130
Danza doble
Plaga es una obra que recorre la danza coreográfica, el teatro corporal y elementos del contact. Ideada y actuada, o bailada, por Mishquila Bailone Bringas y Paulo Nehuen Zogbe quienes definen su puesta, medio ensayo devenido en ficción, como un “tratado sobre la cuestión del doble”.Estudiar al otro es una forma de posicionarse, de entender y abrazar los enigmas de la identidad propia. Y el doble, figura que desde el romanticismo ha sido estudiada y repensada no sólo teóricamente sino, más importante aún en su dimensión formal- estética, se muestra como un espejo, una otredad que, por ser réplica de uno admite una confrontación desgarradora, la realización de la convivencia entre nuestras pulsiones y nuestras aspiraciones y la posibilidad de una redención por medio de la auto-aceptación o la transformación.El ensayo es la danza, que abre espacios de comunicación entre cuerpos, exploraciones formales, acercamientos, mediciones, coqueteos. A través de elementos propios de lo coreográfico investigación de réplica, copias e imitaciones sucesivas los dos cuerpos que están en tensión sobre el escenario se fusionan y nos sumergimos en la ilusión de percibirlos como unidad en conflicto. Como un cuerpo que por fenómenos paranormales o incuso místicos se acepta y se reconoce por medio de una bilocación o desdoblamiento. Con un hermoso trabajo coreográfico e impecable técnica los dos jóvenes bailarines logran acoplarse como un engranaje en una maquinaria rítmica que alterna entre una sincronicidad armónica y un poco siniestra y una polifonía, en ocasiones constructiva y en otras corrosiva. Una máquina antropomórfica y mutante en la que los dobles conviven construyendo una sombría relación simbiótica y que termina por dar a luz a una monstruosa creación, fruto del desmembramiento del propio ser y la asimilación de lo otro, que en este caso es también él mismo.El ambiente escenográfico es despojado y minimalista, lo que permite no despegar la atención de los cuerpos danzantes. Mientras se alterna música y algunos diálogos o recitados poéticos en loop. Una pared plagada en el fondo, luces, un sótano que sugiere un misterio. Una escotilla que se cierra y que nos deja con la sensación de vouyeristas asistiendo al ensayo privado en el laboratorio de un científico loco, un Frankenstein que pone a sobre la mesa su propio cuerpo para viviseccionar y hacerlo mutar.
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