Fracasá otra vez. Fracasá mejor

Como le pasó a muchas otras cosas, el sistema estoico de consumo en el que vivimos tomó el pensamiento de Beckett y lo volvió una herramienta de sumisión. La frase original proveniente de la obra Worstward Ho (Peor para adelante en español),  está enmarcada en un mundo de pesimismo y sinsentidos. Yendo un poco más atrás dice: “Lo intentaste. Fracasaste. Intentalo otra vez…”

Profundizando aún más en esta erudición estéril, se puede decir que Beckett, cincuenta años después, fracasó en lo que advertía Walter Benjamin, de que el artista politice su arte para que “ellos” no puedan usarlo en su contra. Pero, de nuevo, quizás ahí está siempre el punto de lo que escribe Beckett: no importa cómo, ni cuánto lo intentemos.

De este mismo pozo surge Museo Moretti 2, la obra que escribió Ignacio Pozzi volviendo a reincidir en esa sensación imposible. Por supuesto que la experiencia teatral no tiene toda esta pedantería y filosofía barata; sino que va directo a reírse en la cara de su propia condición absurda. Pero, aún así, no se la puede juzgar inocente de generar cierto abismo existencial.

Moretti es un autor, actor, director de teatro cuyo rasgo prominente es el fracaso. Fracaso viene de una palabra italiana cuyo origen es el ruido de una rama al romperse. La obra que vemos (esta segunda edición) es el ruido que hace la obra de Moretti a todas las ideas que tenemos sobre el teatro.

La secuela se compone de tres obras breves que, al igual que en su primera edición, son presentadas de forma exquisita en una clara referencia a Les Luthiers; la antología despliega en su forma y contenido la idea de desencuentro amoroso. En la negación trafica mucha idea sobre el arte escénico.

El desafío de la obra también es un sinsentido. La obra juega en un limbo imposible entre lo malo y lo bueno: “Cómo jugar a que cuánto más peor, más mejor”, o algo por el estilo. Por momentos, el elenco “juega mal y actúa bien”; haciendo que los chistes funcionen, las emociones se desplieguen y el teatro respire. Por momentos, “juegan bien y actúan mal”; y aún así esto resulta gracioso y disfrutable. El teatro también respira cuando se lo niega un poco.

Los presentadores dicen reiteradas veces: “volveremos más adelante sobre este asunto”. Ese futuro donde se entiende, dónde esa verdad aparece, por supuesto que nunca llega. En este chiste zonzo pero efectivo; está el secreto antes mencionado. Cierto director decía: “¿Por qué vuelve el actor a hacer una y otra vez la misma obra? Para que suceda lo que no sucedió la vez anterior”. En el teatro, en el pensamiento de Beckett y en las obras de Moretti, está el mismo (sin) sentido. “Aunque el mundo nos quiera convencer de lo contrario, aunque hagamos de cuenta que no, nunca dejaremos de fracasar.”

Pero eso sería un bajón y Museo Moretti no lo es. El sentido tiene una partecita más: “…nunca dejaremos de fracasar. Entonces, más bien, hagámoslo juntos”.

 

Ficha

Intérpretes: Guido Chantiri, Natalia Lisotto, Florentina Messina, Ignacio Pozzi, Julia Rosell Fieschi

Dirección: Jazmín Diz

Género: Comedia