Mágica comedia

Este clásico de William Shakespeare cuestiona y reflexiona sobre la esencia de la ley, la religión y los vicios que las rodean, ¿cuál es la vara de medida? ¿el rigor o la compasión?

El poder en manos de un juez y luego de un duque, son los encargados de dirimir sobre la libertad entre la vida y la muerte de un condenado a prisión por fornicación. Pero esa decisión también dependerá del accionar ético de Isabella, una novicia, hermana del sentenciado, ella ruega por la vida de su hermano pero luego debe defender su propia integridad.

Con adaptación y dirección del reconocido Chamé Buendia, la obra adquiere una impronta disruptiva en relación a un autor clásico, haciendo del texto dramático un trampolín para reflexionar sobre la actualidad que atraviesa el país sin perder la mirada lúdica del clown.

En escena, un elenco demencial que funciona con la precisión rítmica de un reloj permitiendo que  hasta los fallidos escénicos sean reabsorbidos por los personajes y festejados por todo el público. Sin medida alguna, los cinco intérpretes se lanzan al juego escénico que mediante el gag físico, la pantomima, el esperpento y la magia, componen situaciones fascinantes que se desbordan de la misma trama. Como toda obra de Shakespeare hay muchos personajes motivo por el cual todos los actores interpretan más de un rol, lo cual potencia

esta comedia de enredo, pues entre pelucas, vestuario y objetos, se sumergen en la zona de juego entre la verdad y la mentira.

En sintonía, desde las situaciones más dramáticas hasta cambios de escena, la puesta completa se asemeja a una gran travesura. Así, el diseño de escenografía, crédito de Jorge Pastorino, se resuelve principalmente con varias estructuras móviles cubiertas con telas aterciopeladas desplegables como las que usan los magos, dialogando en concordancia con la estructura dramática, estas formas van y vienen haciendo aparecer y desaparecer personajes.

La magia también se hace presente a través de las agiles manos de Nicolás Gentile en el papel del juez Angelo, pues realiza una magnifica representación del poder haciendo de la impunidad y de la hipocresía un gran truco que maravilla las miradas. Con variaciones en la voz y un cuerpo flexible da rienda suelta a sus impulsos sexuales transformándose en un ser sin razón que también atemoriza. Así mismo, vale destacar a los otros personajes principales: la leal y dulce Isabella (Elvira Gómez) quien defiende sus creencias con enojo contenido generando un acertado contrapunto con Angelo; el duque (Matías Bassi) la mayor parte de la obra aparece disfrazado de fraile intentando manejar los hilos de la situación, cual autoridad omnipresente, su presencia en escena desborda de potencia; Lucio es amigo de Claudio el condenado y, ambos personajes están a cargo de la excelente labor de Agustín Soler, su impronta cómica e inocente del clown lo hacen empatizar con la platea siendo muy festejadas sus inesperadas apariciones; y por último, el consejero de Angelo y la joven a la que deja embarazada Claudio, entre otros personajes, son interpretados por Marilyn Petito con gran versatilidad y agilidad corporal a la altura de las puestas de Chamé Buendia.

Retomando la puesta escenográfica, vale decir que el recurso de las proyecciones está siendo cada vez más recurrente en el ámbito teatral porteño, motivo que resulta alentador para comenzar a buscar sus variables de uso y sentido. En Medida por medida, se observa gratamente la proyección en vivo, un guiño al streaming que en este caso funciona como los apartes, aparecen cual momentos efímeros de un recorte de realidad que seduce con la transmisión más cercana de las emociones que atraviesan a los personajes.

En conclusión, este espectáculo propone reflexionar sobre el abuso de poder político que tantas veces se escabulle entre trucos de magia, frente a espectadores que no pierden la ilusión de ver un final feliz.

Medida por medida (La culpa es tuya) va camino a convertirse en un clásico de Chamé Buendia y es sin duda imperdible.

 

Ficha

Intérpretes: Matías Bassi, Nicolás Gentile, Elvira Gómez, Agustín Soler y Marilyn Petito

Dirección: Gabriel Chamé Buendía

Género: Comedia