Identidad: construcción y reconstrucción

Recordar a un familiar que partió remueve todo tipo de emociones. Revolver los arcones de recuerdos en la forma de testimonios y objetos es una tarea a la que muchos se enfrentan, tarde o temprano. Sin embargo, la familia Maurizi, un auténtico clan de artistas optó por la fascinante idea de convertir su búsqueda personal en un potente biodrama que, a partir de la biografía de su amado abuelo Alberto, transforma las identidades de toda la familia. Es por eso que Pedro y Victoria, nietos de este curioso personaje, le ponen cuerpo a Pastor alemán, esta brillante pieza teatral documental dirigida por Sofía Jaimot y Franco Maurizi.

Este teatro verdad comienza con los dos hermanos revolviendo un escenario que bien podría ser el altillo de la casa de sus abuelos. Un televisor viejo, videocasetes con momentos familiares y cajas cargadas de elementos de su infancia pintan perfectamente el espacio doméstico. Una pantalla gigante y la presencia de Diego Maurizi, padre de los actores y músico de vientos en escena, rompe la ilusión hogareña, todo para que los hermanos Maurizi pueden transformar el escenario en múltiples espacios que recorren la biografía de su abuelo. Un hombre con un talento nato para la danza y el arte, Alberto legó en sus talentosísimos nietos una versatilidad escénica que les permite contar su historia de vida y transportar a los espectadores al Temperley de 1956, a academias de danza, festivales y todo de tipo de eventos que marcaron su vida.

Detrás del afable recuerdo de quien fuera su abuelo, Pedo y Victoria plantan en los espectadores una tensión, una incómoda verdad sobre su Alberto que echa sombras sobre la identidad de ellos. Mediante la repetición de escenas desde distintos puntos de vista, los hermanos reflexiones sobre quiénes son, y construyen así una bella tesis sobre la maleabilidad de los recuerdos, la importancia de la memoria y de cómo el arte puede transformar la propia verdad. Las luces y sombras de su abuelo son una excusa para un potente documental teatral lleno de humor, emoción y reflexión. Dicha proeza no sería posible si Pedro Maurizi y Victoria Maurizi no tuvieran el dominio admirable de lo físico, actuando con todo su cuerpo para mostrar una intimidad que ratifica la autenticidad de lo relatado.

Como cualquier obra maestra, Pastor alemán es un recorrido lleno de sorpresas al que vale la pena descubrir desde la platea. El biodrama es un género que ha crecido exponencialmente en los últimos años, y su desarrollo totalmente palpable en piezas como estas que, con la excusa de los fragmentos biográficos de un artista herido por la insensibilidad de su época, siembra reflexiones potentes sobre la memoria, la verdad y la justicia de las que ninguna familia está exenta.

 

Ficha:

Intérpretes: Pedro Maurizi, Victoria Maurizi

Músico: Diego Maurizi

Directores: Sofía Jaimot, Franco Maurizi

Género: Biodrama