La voz ahogada

María Anna Cecilia Sofía Kalogeropulu nació hace 100 años en Nueva York y fue sin dudas una de las cantantes de ópera más icónicas de todos los tiempos. La soprano que supo interpretar desde roles que requieren ligereza en la voz, hasta otros muy dramáticos y profundos, demostrando así una gran versatilidad, tuvo un punto en su vida donde sentía quedarse sin voz, como consecuencia de sus problemas amorosos.

En este caso Adriana Tursi (autora) y Tatiana Santana (directora) hacen una escisión, dejando de un lado a “La Callas”, la talentosa artista, la que pisa los escenarios más importantes y se lleva todos los aplausos y las sonrisas, podría decirse que es el lado luminoso; por otra parte María, la mujer que lejos de las tablas y las luces llora y sufre al teléfono, ante los mensajes confusos y la desidia de su gran amor (ese por el que dejó a su marido), el magnate griego Aristóteles Onassis. Una situación sumamente angustiante y tormentosa, de la que la prensa se alimentó sin piedad.

Dos mujeres en una se encuentran, se desencuentran, por momentos se ayudan y en otros se estorban, una lucha interna permanente que la llevan al límite de casi perder su valor más preciado: su voz.

Con una escenografía austera, en la que algunos bloques de madera polifuncionales y un teléfono bastan. Las luces en clave baja, rojos profundos y el contraste con el azul que luce la protagonista, son suficientes para generar un ambiente algo lúgubre, que enmarca la situación interna de la artista.

Sol Agüero, Pedro Frías y Verónica Pacenza, enfundados en trajes muy españoles rojos  y negros, van jugando diferentes roles, acompañando a la protagonista en este recorrido. Ellos cantan y bailan deliciosamente.

Natalia es María y es Callas. Cociuffo si bien cuenta con algunas partes cantadas, la mayor parte del espectáculo tiene a la palabra como protagonista y un teléfono como mediador entre ella y su amor, de quien depende su estado de ánimo.

Ella es profunda y le otorga el peso necesario a cada palabra, a cada movimiento, pareciera que el aire se corta cuando María está mal y el canto de la Callas, se transforma en un lamento desgarrador cuando las cosas distan mucho de lo que ella sueña. Natalia es una intérprete integral que toma un texto que por momentos se reitera a sí mismo en cuanto a formato, pareciera caer en un loop y lo enaltece, lo matiza, lo hace brillar.

Un espectáculo que muestra el lado menos conocido de la soprano, permite verla vulnerable e ilusionada, abatida y esperanzada. Una obra que busca mostrar un momento muy particular de la estrella y lo hace con respeto, de manera ingeniosa; hacen que una historia simple como es un desamor, muestre varias aristas con una protagonista que lo es todo y una puesta, que pinta los hechos reflejando los sentimientos más profundos de una mujer escindida.

Ficha:

Con: Natalia Cociuffo, Sol Agüero, Pedro Frías y Verónica Pacenza

Dirección: Tatiana Santana

Género: drama