Luz Cenicienta
Ficha
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Datos de funciones:
Funciones:
miércoles a viernes: 21hs / sábados y domingos 19.30 y 22hs
Teatro El Nacional
Av. Corrientes 960 -
Prensa:
Prensa: Maxi Cardaci
Con acento gitano
Las historias clásicas, los cuentos, siempre pueden tener una nueva mirada y eso es lo que pasa en este espectáculo, Luz Cenicienta es una nueva vuelta de Cenicienta (obviamente).
Esta vez, se trata de Lucia (Ana Belén Beas), quien cuando niña perdió primero a su mamá, su padre se volvió a casar, al tiempo también falleció y ella, siendo aún muy pequeña, quedo a merced de su malvada madrastra (Moria Casan) y sus no mejores hermanastras (Gladys Florimonte y Mariela Passeri).
Lucia creció y a pesar de pasarla muy mal en su casa, tuvo la dicha de vivir en un lugar lleno de música y hacer muchos amigos, teniendo una hermana de la vida (Sabrina Artaza) con quienes puede disfrutar la vida, de las pequeñas cosas. Esta joven que aprendió de su madre que nunca hay que dejar de bailar, creer en uno mismo y en os sueños, ya que todo eso mejora la vida y salva de los problemas.
Un buen día, dos mujeres del pueblo (Maia Contreras y Andrea Lovera), deciden que es el momento para que su exitoso hermano (Maximiliano Guerra) deje de girar por el mundo con su danza y siente cabeza, que se case con una verdadera gitana (de raza calé) y se quede allí en el pueblo, a ser feliz como se debe. Para esto, aprovechando la visita del muchacho, arman una gran fiesta con ayuda de sus maridos (Pablo Sultani y Diego Hodara), para conseguirle esposa. Cuando él llega al pueblo con su asistente (Julián Pucheta), la rueda comienza a girar.
Sin dudas una hermosa versión, que ha salido de la cabeza da la propia Ana Belén, quien realizo el libro y las letras, cuya música es responsabilidad de Ángel Mahler. La magia, la alegría y la esperanza acompañan de punta a punta, está contada de una forma sumamente fresca y divertida, realizada de tal manera, que pueden disfrutar tanto los niños como los adultos.
La protagonista claramente tiene el fuego del baile corriendo por sus venas, se ilumina cuando se mueve y es notoria su pasión, transmite alegría de manera permanente, hace que su personaje enfrente la adversidad con la cabeza en alto y la energía fluya constantemente; cuando canta es tan española… la fuerza y la emoción nacen muy adentro y simplemente los libera. Un hermoso trabajo.
La madrastra de este cuento es muy particular, Moria no deja de ser Moria, todo lo relativo a su personaje está hecho a su medida o lo volvió así, se mueve con seguridad, grandilocuencia y definitivamente pone su sello personal a cada paso que da; a juzgar por la reacción del público, les da exactamente, lo que fueron a buscar.
La diva esta secundada por Florimonte y Passeri, dos personajes bien diferenciados, perfiles muy distintos que se complementan muy bien, mientras la primera aporta su cuota de humor y tiene permanentes guiños con Casan, la segunda expone su talento para moverse en escena y a la hora de cantar, se luce.
Por su parte Maximiliano Guerra incursiona en la actuación y tiene algunos números de baile, alcanzando su mayor lucimiento cuando baila con la protagonista. Sin dudas podría explotar mucho más su rol y tener mayor paridad con el resto del elenco.
Hablando de elenco, este, no tiene desperdicios, las chicas, cada una en lo suyo, luciéndose. Sabrina la buena amiga, dulce, divertida y con una gran personalidad, cada paso que da, se supera, hermoso trabajo. Andrea y Maia hacen una gran dupla, luciéndose desde lo histriónico y lo vocal, muy divertidas ambas; Maia tiene un doble rol, ya que también hace de la madre de Lucia, donde su trabajo vocal es arrollador.
Por último, los cuatro muchachos: Sultani, Hodara, Pucheta y se suma Leandro Gazzia en el rol de Jilguero, un artista u organizador de eventos que está presente todo el tiempo. Realmente un cuarto implacable, son una piedra fundamental en este musical, el desarrollo de sus personajes y su interacción permanente marcan el pulso de la historia. Los cuatro derrochan talento, cantan, bailan, actúan, divierten… agregan un plus a lo que sus guiones marcan, cada uno aplica su sello y en conjunto, son explosivos.
El ensamble, compuesto por: Mariano Zito, Emmanuel Robredo Ortiz, Marien Caballero Galve, Mariana Barcia, Jorgelina Amendolara, Antonio Hair, Micaela Barber Clas, Piscilla Rocca y Nicolas Pereyra, hace un gran trabajo, sin dudas algunos de ellos podrían ocupar otros roles sin ningún problema.
Tanto la escenografía, (donde si bien hay mucho uso del multimedia, también hay escenarios móviles, que aportan sorpresa e innovación) como el vestuario reflejan el espíritu de la obra, son alegres y románticos, describen lugares, personajes y situaciones, ambas cosas se complementan a la perfección. Claramente se ve la talentosisima mano de Ariel del Mastro en la dirección de arte.
Sin dudas hay dos elementos fundamentales en un musical, que son la música y el baile. La primera es interpretada por una orquesta en vivo que parece multiplicarse y resuena con fuerza y emoción, la misma está compuesta por: Bruno Delucchi (teclados), Gastón Cazaubon (bajo), Miguel Ángel Tallarita (trompeta), Martcho Marvos (corno), Eduardo López (trombón), Daniel Casano (batenia), Guillermo Masutti (timbales), Santiago Otero (piano) y Carlos Di Palma en la Dirección. Hacen un gran trabajo, con las bellas melodías que surgieron de Mahler.
Las coreos están en manos de Mariela Anchipi, quien realizo un hermoso diseño, hace que cada paso individual cobre personalidad y los trabajos conjuntos tengan fuerza y hablen por si solos; si bien hay mucha gente en escena por momentos, cada uno aporta algo diferente y logran lucirse, dejando ver una historia que fluye también desde el movimiento.
Un detalle no menor, es que todo se desarrolla en español, es notable el trabajo que hacen todos los actores, ya que se siente natural, no suena ni forzado ni falso, sino que se lo escucha real y esto le aporta aun color diferente a todo, hace más vívido este cuento de gitanos y almas flamencas.
Una historia conocida, contada de una forma diferente, fresca e innovadora, donde todo fluye, la pasión y la fuerza recorren los 110 minutos que dura el espectáculo, sin dejar de lado la dulzura y un aura mágica innegable. Una hermosa propuesta, para seguir creyendo que los sueños se pueden cumplir y la vida siempre puede ser mejor, si nos atrevemos a ir por ello.
Ficha:
Con:
Ana Belén Beas, Moria Casan, Maximiliano Guerra, Gladys Florimonte y Mariela Passeri, Sabrina Artaza, Maia Contreras, Andrea Lovera, Pablo Sultani, Diego Hodara, Julian Pucheta, Leandro Gazzia, Mariano Zito, Emmanuel Robredo Ortiz, Marien Caballero Galve, Mariana Barcia, Jorgelina Amendolara, Antonio Hair, Micaela Barber Clas, Piscilla Rocca y Nicolas Pereyra.
Orquesta: Bruno Delucchi (teclados), Gastón Cazaubon (bajo), Miguel Ángel Tallarita (trompeta), Martcho Marvos (corno), Eduardo López (trombón), Daniel Casano (batenia), Guillermo Masutti (timbales), Santiago Otero (piano) y Carlos Di Palma en la Dirección.
Música: Ángel Mahler
Coreografías: Mariela Anchipi
Dirección de arte: Ariel del Mastro
Libro y letras: Ana Belén Beas
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