Desde otro lado

Lo que queda del día es un film basado en la obra del escritor japonés Kazuo Ishiguro, cuyo objetivo general pareciera ser introducir al espectador en ese pequeño, pero importante, mundo formado por mayordomos, sirvientes, ama de llaves, jardineros, etc., de figuras claves de la aristocracia. Hay pocas películas que desnudan a la aristocracia de esa época, la que es atravesada filosamente por circunstancias tanto internas como eternas. El nazismo está surgiendo fervientemente y el empleador del mayordomo, es decir, el dueño de la mansión en la que éste trabaja, está intentando poner un freno al nazismo a través de un diálogo pacífico entre las primeras potencias del mundo.

Ambientada durante los años 30 y 50, el eje narrativo del film gira en torno al personaje del mayordomo, Stevens, que ha permanecido fiel y honesto durante mucho tiempo a la mansión. Sus comentarios, sus opiniones, sus relaciones con el mundo del lugar etc. son algunos de los elementos que toca la película, que bien podría considerarse una especie de pintura de la época y estudio de personajes.

La narración juega un poco con los saltos temporales. Al inicio, se presenta a Stevens junto con otros sirvientes; luego llega la señorita Kenton y con ella, una relación de amistad muy larga. Y a medida que avanza el filme, hay un ida y vuelta entre el pasado y presente del protagonista.

Los creadores de la película han tenido la inteligencia suficiente para recurrir a la voz en off, a efectos de volverla más íntima, cosa que fortalece los vínculos personales y descubre los propios pensamientos. Y es que la función principal de la voz en off es esta: adentrarse en los deseos e ideas más profundos de cada personaje, esas que no pueden o quieren comunicar.

En cuanto a los aspectos técnicos, cuenta con un meticuloso director de fotografía, quien deja una imagen muy cuidada y precisa, sin llevarla a colores muy cálidos ni muy fríos. La iluminación es bastante neutra, por momentos pareciera estar filmada sólo con luz natural.

 La puesta en escena es correcta, amplia y está maravillosa y correctamente adornada. El director hace un muy buen uso de las locaciones.

El casting es sencillamente maravilloso: por un lado, una impresionante actuación por parte del ganador del Óscar Anthony Hopkins, que en esta película está sobrio, firme, frío e inteligente; es, junto a El Silencio de los inocentes y El padre, su mejor performance.

 Es menester, también, destacar las actuaciones del resto del equipo: Emma Thompson, Christopher Reeve, Hugh Grant y James Fox, etc. Hicieron un trabajo brillante, aportaron naturalidad y lograron un muy buen ensamble. Emma Thompson tiene un destaque al protagonizar una gran porción del eje narrativo, junto a de Hopkins.

 Es, en suma, una película bonita, conmovedora, brillantemente fotografiada y dueña de un reparto actoral de primer nivel. Sin embargo, debido a su ritmo, puede llegar a convertirse en un film lento; tedioso a veces, para quienes no estén interesados en indagar el detrás de escena de los preparativos a la Segunda Guerra o en el estudio psicológico de personajes.

 Si el espectador disfruta mucho viendo escenografías complejas y un poco de Historia, Lo que queda del día es imprescindible; por otra parte, quienes estén interesados en sumergirse un poco en otras épocas, respirar el ambiente de tensión que se generaba en la Europa de la preguerra y conocer mejor a los seres humanos, ver Lo que queda del día podría ser un gran acierto. Es más, quien se interese profundamente por la psicología del ser humano, especialmente por su aspecto social, sin duda Lo que queda del día será una experiencia muy rica.

 

 Ficha técnica:

 Género: Drama/Historia

Director: James Ivory

Elenco: Anthony Hopkins

Emma Thompson

Christopher Reeve

Hugh Grant

James Fox

Título Internacional: The Remains of the Day

Duración: 134 minutos

Año: 1993

 

Disponible en Netflix