Vínculos en contra del individualismo

Inés y Dorita son vecinas de un mismo edificio que, sin perpetuar la lógica detrás de la indiferencia que siempre sucede en la convivencia entre vecinos, consiguen romper la barrera del individualismo. A pesar de su diferencia de edad logran entablar una amistad y buscar un objetivo en común: ganar un concurso de poesía.

La obra se desarrolla en tres espacios que fluyen entre sí y terminan de ser delimitados por la iluminación de cada una de las escenas. Si bien es posible ubicar en cada extremo del escenario ambos departamentos con muebles espejados el uno con el otro la historia transcurre de forma tal que la circulación sea libre y para nada estructurada. Esto se mantiene con diálogos fluidos y variados que van entrelazando una serie de anécdotas y charlas con un hilo conductor difuso como el que se produce en cualquier amistad. De forma tal que con la misma facilidad con la que producen risas, también generan momentos de emoción, bronca y reflexión.

Los personajes interpretados por Gabriela Villalonga (Dorita) y Luciana Procaccini (Inés) se presentan como un claro ejemplo de cómo la fortaleza y la superación se logran de forma más sencilla cuando no se está solo, como se puede crecer gracias a la reciprocidad de un vínculo. Ambas mujeres enfrentan sus propias batallas, pero logran encontrar un resguardo en la otra. Este crecimiento se ve a la perfección en la exigencia física de Gabriela y en la postura y el temple de Luciana, ambas con actuaciones que superan cualquier clase de expectativa.

Dirigida por Alfredo Martín logra proponer esperanza en tiempos de individualismo mientras que produce deleite en todos aquellos espectadores que la ven. Pájaros que andan en cualquier parte evita caer en lugares comunes y propone una historia de gran corazón en la cual refugiarse.

Ficha:

• Actúan: Gabriela Villalonga, Luciana Procaccini
• Dirección: Alfredo Martín
• Género: Comedia dramática