Arácnido en tu pelo

La escenografía es como la habitación de cualquier asesino de película o estudiante de letras: torres de apuntes, muchas notas pegadas a la pared, esculturas de libros,  la foto de algún Dios y una cama improvisada que al acostarse, se sueña. Pero los mayores protagonistas en esta obra son el lenguaje y el amor que hay en la puesta en escena. Minado de teoría y práctica con estilo leslutheriano, explorado desde el  humor y degustado hasta chuparse el metatarso, convierte este unipersonal en una coartada de alboroto literario,  y una parodia a las obsesiones.

Un hombre (Diego Carreño) que vive solo en la montaña, en su cabaña “La ilusión”. Escribe en su antigua máquina una carta a sus padres (a quienes no les guarda rencor). Les quiere contar que por fin está terminando su tesis que lo nombrará filólogo, pero al pasar tanto tiempo solo, le cuesta encontrar la voz que solía usar para dirigirse a ellos. Un colapso de semiología lo fragmenta con un rayo misterioso, y no parará hasta encontrar la palabra justa usando el máximo de su fanerón.

Si no fuera por la facilidad que tiene de irse por las ramas investigando y saboreando la fonética, jamás hubiera llegado a las miles de páginas que aún no sabe cómo enviar por correo. Su investigación es su mayor orgullo,  nace de una frase que supuestamente dijo su referente número uno, William Burroughs: “La lengua es un músculo pero el lenguaje es un virus” y su plan es demostrarle que tenía razón.  Hasta que algo pasa y todo puede cambiar.

Ficha

Interpretación y dramaturgia: Diego Carreño

Dirección: Leandro Aita

Género: unipersonal