Cuando el suspenso antecede a la carcajada

Marta (Mirta Wons) y Rodolfo (Marcelo Serre) arrancan una mañana de domingo conyugal discutiendo por nimiedades.  Él, hipocondríaco y neurótico, recuerda a medias una noche confusa con su Miguel (Leonardo Presta) y, entre baches, descubre unas manchas dudosas en su auto. Ella, despreocupada y sin pelos en la lengua, desestima las fantasías paranoicas de su marido. Pero, se huele en la platea, algo ocurre, y los desopilantes diálogos no quitan al espectador develar el misterio en La escena del crimen, dirigida por Sebastián Buazá y escrita por Daniel Dalmaroni.

La historia se relata desde fragmentos que ocurren en la cocina de la pareja. Entre una mesa y una cocina acosada por arreglos (escalera mediante y todo), la escena nos sumerge en un barrio residencial perdido en los confines de la capital o alrededores, de una familia clase media con apenas unos lujos, como una ocasional cena con amigos. Ellos son el eje del relato, e intervienen dos personajes más que ayudan a cuadrar el misterio. Por un lado, está Miguel, hombre maduro pero apocado que aún convive bajo el yugo materno. Cómplice de Rodolfo en esta noche de olvidos y extrañas huellas en el vehículo. Lejos de calmar sus ansiedades, Miguel potencia a su amigo con sus ilusiones de crimen y muerte.

Por otro lado, y a este párrafo vienen los halagos al elenco, se suma al ensamble Pasta Dioguardi en el rol de agente policial con una sordera tan parcial como su inteligencia. En un equívoco en base a sus pocas luces, el agente interviene en uno de los cuadros para interrogar a los otros tres personajes. Si ya a esta altura de la obra asombraba la capacidad del texto (y, por supuesto, de sus intérpretes) de hablar de temas disparatados e inconexos, el climax llega con la combinación de todo el grupo, un despliegue actoral y humorístico simplemente delicioso.

Con una cuidada dirección atenta al detalle y un texto brillante que logra la intriga y la resolución cómplice con el espectador del misterio, La escena del crimen es, sin lugar a dudas, una imperdible comedia de suspenso, lograda en todos sus aspectos e ideal para todo tipo de espectador, desde los “picadores” de teatro ocasional hasta los gourmets del buen arte cómico.

Ficha:

Ficha Técnica: Autor: Daniel Dalmaroni, Intérpretes: Mirta Wons, Marcelo Serre, Pasta Dioguardi y Leo Prestia; Diseño de Escenografía:Sabrina Lopez Hovhannessian, Realización de Escenografía: Mariana de Sancho; Vestuario: Mariela Pizzo; Arte Gráfico y Fotografía: Nahuel Lamoglia; Difusión: Ezequiel Paredes; Producción Ejecutiva: Silvio Goldring; Asistente de Dirección: Mariela Pizzo; Producción General: LVC Producciones; Dirección: Sebastián Bauzá