Casamentera, casamentera, caseme a mí

Hoy en día, la vida entera está atravesada por la tecnología, las redes sociales se extienden a grandes pasos y las reuniones son cada vez más virtuales que cara a cara, incluso encontrar pareja, puede estar a solo un click de distancia, pero en los años 50, cuando Thornton Wilder escribió “La casamentera” (obra en la que se basa este musical), la realidad era otra y estos últimos lazos, eran (o pretendían ser) perfectamente atados por las “celestinas” o “casamenteras” y eso es justamente Dolly Gallagher, la protagonista de esta historia.

Dolly (Lucía Galán) hace muchas cosas para ganarse la vida, pero unir parejas es su actividad principal y en esta oportunidad, fue contratada por Horacio Vandergelder (Antonio Grimau) para que le consiga una esposa, porque en su casa hay muchas cosas que atender, en realidad a priori, a este señor, está más interesado en tener una mucama que un amor (tengamos en cuenta cuando se escribió la historia, este punto, hoy estaría muy cuestionado).

Para cumplir con su misión, ella viaja a Yonkers (New York) y le presenta dos candidatas, aunque en realidad este viaje, esconde otro motivo, que será la guía para su accionar. Allí se ocupará no solo de su cliente, sino también de su sobrina (aunque él no lo sepa), pondrá atención en Irene, una de las candidatas (Angeles Días Colodrero), Minnie (empleada en la sombrerería de la dama) Cornelio (Agustín Sullivan) y Barnaby (Darío Lopilato) y los dos empleados del “casi millonario” Horacio. Esto será el puntapié para el desarrollo de esta historia, que por momentos tiene aires de “vodevil con clase, con glam”, situaciones divertidas y enredos, se irán sucediendo uno tras otros, hasta que todo se resuelva.

El clima generado por el espectáculo es como decía anteriormente, puro glamour, ya sea en un lujoso restaurant como en la tienda del Vandergelder o la estación de tren, la elegancia y las buenas formas, están a la orden del día. No han escatimado en gastos y los espacios mencionados, están diseñados al detalle por Emilio Zurita y Adrián Martínez Fausto, aportando realismo a la historia.

Este halo de paquetería, es solventado por un vestuario lleno de colores brillantes, con diseños especiales para cada cuadro, para ayudar a contar la historia. La encargada de esto, fue Estela Fogoaga (cabe aclarar que tanto el vestuario, como la escenografía, vienen de la puesta original de México).

Elizabeth de Chapeaurouge es la responsable de agiles y divertidas coreografías, que marcan el pulso de la obra, la música cuenta y los cuerpos en movimiento, hablan.

Todo el elenco está muy bien, de hecho, Grimau sorprende en el género, se anima a cantar y es un acierto, en cuanto a su interpretación general ¿qué se puede decir que ya no sepamos, no? Un lindo trabajo, logro moldear a este hombre con matices, generando diferentes sensaciones a en la platea. Agustín y Dario, son frescos, hacen una buena dupla escénica, se complementan muy bien, poniéndose en la piel de estos jóvenes que buscan una aventura que los saque de la rutina.

Creo que es importante destacar a las intérpretes femeninas. Laura Azcurra, compone a Minnie de manera tal, que realmente dejamos de verla a ella, para ver a su personaje y logra mantenerlo de manera impecable aún, cuando le toca cantar y bailar en simultáneo. Angeles también hace un muy buen trabajo, en el que se destaca sobre todo su voz, tiene potencia, pero es matizada, dulce e intensa, naif y picara, una gran intérprete musical.

En lo que respecta a la protagonista, Lucía es una artista integral nata, cuando canta, no se esfuerza ni un instante, su voz solo fluye y si bien ya había trabajado como actriz, sin dudas estar al frente de este espectáculo es un desafío, pero ella lo atraviesa muy bien. Muchas veces como espectadores de musicales, nos preocupa que un rol protagónico no sea cubierto por alguien que salió de las entrañas del género, pero la verdad, que su elección ha sido muy acertada.

El ensamble, está formado por un grupo de actores, bailarines y cantantes que hay incluso protagonizado otros espectáculos, aportando talento y profesionalismo.

La música en vivo, sin dudas suma siempre, en este caso, este punto está en manos de diez músicos, que suenan impecables, al ritmo de la batuta de Angel Mahler (Director musical).

La dirección general es tarea de Arturo Puig, que se sigue desarrollando en este rol, que claramente le queda muy cómodo, logra que cada actor pueda resaltar lo que le sienta mejor, poniendo por ejemplo a Darío Lopilato, en clave más humorística.

En un mundo en el que “las Dollys” se extinguieron (o al menos eso creo), se rescata que más allá de todo el amor puede triunfar… ¿trillado?… no, simplemente un tema clásico, en este caso muy bien realizado, lleno de música y color, llevado a cabo, por un gran equipo de trabajo.

 

Nota: Lucía hará funciones por 3 meses, luego tomará la posta Karina K

Ficha

• ELENCO ·
  LUCÍA GALÁN: DOLLY GALLAGHER LEVI
  ANTONIO GRIMAU: HORACIO VANDERGELDER
  DARÍO LOPILATO: BARNABY TUCKER
  AGUSTÍN SULLIVAN: CORNELIO HACKL
  LAURA AZCURRA: MINNIE FAY
  ÁNGELES DÍAZ COLODRERO: IRENE MOLLOY
  NATALIA MOURAS: HERMELINDA
  TALI LUBI: ENSAMBLE
  KARINA BARDA: COVER IRENE MOLLOY
  ELUNEY ZALAZAR: COVER MINNIE FAY
  SOL GIULIETTI: COVER HERMELINDA
  FLAVIA PEREDA: COVER ERNESTINA
  VERONICA PACENZA: SWING
  MATÍAS ACOSTA: AMBROSIO KEMPER
  EZEQUIEL CARRONE: STANLEY
  MARCELO AMANTE: POLICIA – COVER JUEZ
  PEDRO FRÍAS: ESCRIBIENTE
  PABLO GARCIA: JUEZ – COVER RUDOLPH
  SANTIAGO ALMARAZ: COVER CORNELIO HACKL
  JUAN MARTIN DELGADO: COVER BARNABY TUCKER
  ANDRES ROSSO: COVER AMBROSIO KEMPER
  DIEGO MARTIN: DANCE CAPTAIN
  MARTIN MENA MAUGER: SWING

COREOGRAFÍA: ELIZABETH DE CHAPEROUGE

PREPARACION VOCAL Y CORAL: DAMIAN MAHLER
ASISTENTE DE DIRECCIÓN: HERNÁN KUTTEL

DIRECCIÓN MUSICAL: ÁNGEL MAHLER
DIRECCIÓN: ARTURO PUIG