Aunque sea por una vez

En esta solvente y misteriosa por su forma, crónica urbana, Verónica trabaja en una obra en construcción como operaria junto a su hermano mas grande. Ambos viven juntos, aunque las notables diferencias que existen entre los dos, se sitúan en la invasión de la masculinidad sobre la otra. El show del maltrato está desperdigado en gran parte del relato a través de los diálogos y acciones. Por ello Verónica hastiada dirá: -en la calle la gente se maltrata todo el día-.

De todas formas, las aptitudes de Campusano son contundentes, lleva al terreno a un contexto estresante, pero como sucede en las películas, y en éste caso desde su punto de vista, la Buenos Aires de Campusano es mucho más agradable. Son coloridos todos los aspectos sin sentido y hasta aquellos que se reconocen como “no lugares” por estar carentes de todo tipo de relación identificatoria con el suelo que se habita.

Hombres que pregonan la compañía como miedo irresistible a la soledad, y manipulan a cualquier costo para satisfacer su egoísta y desagradable manera de ver el mundo.

Verónica ayuda a otros como quien encuentra la reivindicación de su propio ser por medio de ayudar a los demás, y Campusano hace todo lo posible para que la imagen de la ciudad sea la menos neocolonizada.

 

Ficha Técnica:

Dirección: José Celestino Campusano.

Guión: José Celestino Campusano.

Edición: Horacio Florentín.