Cuánto tiempo es para siempre?

“En la salud y en la enfermedad. Hasta que la muerte nos separe.” Aunque de pronto aparece Hilda en la vida de Walter. Y Elena, bueno, Elena de a ratos.
Un manco viudo, una familia política en guardia para proteger su herencia, y una médium.
Ser conexión entre el plano de los vivos y el plano de los muertos puede ser una bendición, un poder, pero también un trabajo, o una maldición.
El cuerpo al servicio de aquellos que lloran y extrañan y desean carnalmente a sus parejas ya fallecidas. Practicar de pronto, la más vieja de las profesiones.
Al cabo de varios encuentros, Walter no distingue si su atracción sigue siendo por su difunta esposa, o por Hilda, quien encarna a su espíritu aún no libre.
En homenaje a los antiguos clowns de Rusia, el estilo actoral que presenta esta pieza es una decisión acertadísima para contar un drama sin caer en la solemnidad.
Escrita y dirigida por uno de sus tres intérpretes, Juan Azar, “Elena de a ratos” tiene un guión de lo más original: una buena idea, bien desarrollada, con una estructura aristotélica definida y un lenguaje poético, pero cotidiano al oído del espectador.
A nivel actoral, las tres partes llevan a fondo sus cuerpos y sus voces caricaturescas, no soltando un segundo la tensión. Dos de ellos incluso representan más de un personaje, mostrando marcadas diferencias entre uno y otro. Nadie es absoluto protagonista y se agradece la excelente proyección de voz que poseen. Cabe destacar los cuadros del auto y la historia del mozo, que parecen salidas de una película de cine mudo.
La coreografía es clara y puede notarse el trabajo y el ensayo dedicado a este punto, así como también la reestructuración espacial entre acto y acto.
Es de resaltar el diseño de iluminación, sobre todo en la inclusión de un farol elipsoidal y el uso de linternas manipuladas en vivo para crear climas más íntimos u oníricos.
Si bien la escenografía es netamente funcional para las acciones en escena, sería bueno profundizar un poco más en su diseño, lo cual elevaría el espectáculo unos cuantos escalones.
Por último, el diseño de vestuario también podría ser menos austero, pero de todas formas, hay algo en la elección de prendas y su estado que denotan una sensación visual de posguerra.
Una buena opción dentro de la cartelera porteña independiente, con un final inesperado para disfrutar con amigos o en familia.

Ficha:
Actúan: Juan Azar, Laura Capellano y Valentino Naughton.
Dirección: Juan Azar
Género: Drama