Pasa en las películas, pasa en la vida…

La industria cultural está tan imbricada en las biografías tan personales que marcan acontecimientos a largo de cada trayectoria. Ni hablar de aquellos que deciden hacer del séptimo arte su profesión, viendo al mundo desde una lente cinematográfica que todo lo transforma. Martín (Fernando Cantora), un guionista con sueños de grandeza y pocos éxitos en su espalda se embarca en un viaje para filmar su opera prima y transforma su historia personal a la vez que su cinta se consume en el engranaje hollywoodense en El Tratamiento¸ una obra de Pablo Ramón con la dirección de Armando Álvarez Esáa.

Se unen a Cantora los talentosos Eliana Battiato, Emiliano Carrazzone, Nacha Malèn y Nicolás Ríos para darle vida al universo afectivo de Martín. Padres, exparejas, estudiantes, un sinfín de personajes de los más variopintos y excelentemente compuestos por el afiatado elenco cuentan la vida interior y exterior de Martín, todo con un brillante sentido del humor y timing cómico envidiable. Entre las risas, se cuela alguna lágrima y muchas sonrisas de una platea que puede verse reflejada en la cotidianeidad de un hombre en búsqueda de sentido y felicidad, elementos humanos si los hay para representar sobre las tablas.

Como no podía ser de otra manera, la puesta mezcla lo teatral con lo cinematográfico. El escenario exhibe un enorme bastidor con persianas al fondo, y allí cuelgan diferentes objetos cotidianos para ilustrar escenas. Las persianas bajas permiten ocasionales proyecciones de imágenes que completan los cuadros más atemporales, como recuerdos y montajes. Completa la puesta un excelente trabajo de vestuario que termina de evocar momentos en la biografía de Martín. Es asombroso cómo la parte ilustra el todo y cada escena monta con poca utilería espacios absolutamente visibles para la platea.

El tratamiento dice mucho con poco. Una brillante economía de recursos permite las reflexiones sobre la realización personal a la vez que describe el complejo escenario de producción cinematográfica, el contraste entre independencia y mainstream y su accidentado cruce. Cada carcajada que suelta el público es producto de la mordacidad de un guion que tiene sus ideas bien claras sin la necesidad de bajar línea desde el púlpito. El ritmo es dinámico y frenético, favoreciendo la risa y explotando las virtudes de los eximios actores y actrices, y los 90 minutos vuelan en esta obra que no deja afuera a ningún público.

Sobran razones para ver y no alcanzan las palabras de recomendación para El tratamiento. El grupo teatral Skena, artífices de la obra, conmueven con amor y humor en esta romántica misiva al cine que todo público conoce y, por consiguiente, no puede privarse de esta obra.

Ficha:

Intérpretes: Eliana Battiato, Fernando Cantora, Emiliano Carrazzone, Nacha Malèn, Nicolás Ríos

Director: Armando Álvarez Esáa

Género: Comedia dramática