Dos locas de remate

Dos locas de remate

Ficha

  • Datos de funciones:

    En cartelera

  • Prensa:

    Silvina Ocampo
    Raquel Flotta Prensa & Comunicaciones

 

Las hermanas sean unidas…o lo que se pueda

Julia (Verónica Llinás) es una exitosa violinista que vive sola, cuanto más lejos de la gente pueda estar mejor, es obsesiva, tiene tics y tocs al por mayor, fría, malhumorada y bastante dependiente de su asistente/mucama, quién está internada por un accidente y tiene a la dueña de la impoluta casa, fuera de sus cabales.

Catalina (Soledad Silveyra) es una mujer simple, algo dramática, otro tanto sentimental, algo descuidada, desordenada, un poco rencorosa, simpática, acaba de quedarse en la calle porque el Banco le sacó su casa, según dice sólo le quedan una planta que lleva a todos lados y una pequeña valija con ropa.

Ellas son hermanas, hace 20 años que no se ven y lo que el afecto no pudo hacer, lo hace la ejecución de una hipoteca… reunirlas.

El impecable departamento, con grandes bibliotecas, jarrones, sillones, un escritorio, luminoso, amplio, una casa que se parece mucho a un espacio sin habitantes (responsabilidad de Jorge Ferrari), es el espacio al que la hermana mayor llega en busca de ayuda y refugio ante su situación desesperante.

Su encuentro no será el choque de dos planetas, pero no está lejos, no se entienden, son muy antagónicas y hay dos décadas en las que no se vieron pero pasaron cosas que dejaron huella, todo eso, aparece de golpe y se ven envueltas en un torbellino de locura.

Este espectáculo de Manuel González Gil, ya antes de arrancar tenía tres ventajas: su dirección y las dos actrices, con este trío no hay chance que las cosas no salgan diez puntos.

Si bien es una comedia muy divertida, hacen un recorrido por diferentes estados que van desde el humor negro (que puede incomodar al público muy sensible), hasta momentos reflexivos y emotivos, pero se mantiene muy arriba de punta a punta, estas hermanas no se dan respiro.

Llinás brilla en un rol que parece construido para ella, se mueve con un humor ácido que no a todos les queda bien, además tiene un trabajo corporal impecable, sumamente orgánico, excelente. Solita por su parte es más naif, volada y también lo hace muy bien, un personaje que lleva con mucha naturalidad.

“Dos locas de remate” habla con mucho humor de las relaciones humanas, de los lazos que se suponen primarios y fuertes, pero no necesariamente lo son… o sí!, definitivamente para reírse sin parar y sin prejuicios.

 

Ficha:

Con: Soledad Silveyra y Verónica Llinás

Dirección: Manuel González Gil

Género: Comedia

Categorías: Reseñas

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