La obsesión por gobernar

Calígula fue un emperador romano que gobernó del año 37 al 41 después de Cristo. Para llegar al poder, ordenó el asesinato de Tiberio, quien además fuera familiar suyo. Obtuvo el clamor y apoyo del pueblo, pero todo eso se fue a caer, propio de su ambición y locura. Fue un hombre de muchos desequilibrios, con una fuerte debilidad por su hermana Drusila, que se fue a transformar en un amor alocado, como su ex amante Cesonia, y su caballo Incitatum.

Planteado en forma de farsa política, se puede ver a un Calígula (Iván Steinhardt) en sus primeros pasos, desafiando al poder. Un poco tímido, en el transcurso del tiempo se va a afectar su estado de ánimo, al llegar a la cima del control, lo que va a empezar como un juego, se tronca a una realidad demencial.

Todo esto se va a posibilitar en su cabeza, tras la influencia de Drusila (Romina Pinto) con la complicidad de Incitatum (Marina Wainer).

Actuaciones maravillosas, en donde se crea una atmosfera de jolgorio y diversión, atrayendo a los espectadores, asemejando a esa masa del pueblo romano atrapada por el pan y circo del imperio.

Acompañado de música festiva y alegre, una gran mesa que va a convocar al banquete eterno, pero que al final, las reparticiones de las porciones solo van a quedar en manos de unos pocos.

Para destacar el guiño a la situación actual del país, en donde todo parece repetirse. El ritmo en ningún momento va a caerse, al contrario, se redobla la apuesta una y otra vez.

Las creaciones de los personajes son excelentes, desopilantes actuaciones, en donde se convoca al público, haciendo partícipe necesario de la historia. Una forma excelsa de contar la historia, generando un debate y preguntas que sin dudas quedan para hablar largo y tendido.

Calígula, el juguete de un loco, es una obra que invita a pensar momentos históricos como aquel lejano, reflejado en el presente, ambos con muchas semejanzas. Se logra transformar en una obra necesaria y coherente en tiempos innecesarios e incoherentes.

 

Ficha
Autoría: Marina Wainer
Actúan: Romi Pinto, Iván Steinhardt, Marina Wainer
Escenografía e Iluminación: Marina Wainer
Diseño gráfico: Romi Pinto
Producción Gral.: El Vacío Fértil Compañía Teatral
Puesta en escena y Dirección: Marina Wainer
Prensa: GarBo Prensa
Fotografía: Paloma García
Duración: 75 minutos