Avenida Q

Avenida Q

Ficha

  • Datos de funciones:

    TEATRO MAIPO - 8 ÚNICAS FUNCIONES
    ESTRENO 5 DE MARZO
    FUNCIONES TODOS LOS MARTES 20.30 HS

  • Prensa:

    Varas Otero

 

Todos somos algo peluches

Cada casa es un mundo y cada barrio también, en este caso los habitantes tienen la particularidad, de ser mayormente peluches, aunque también hay monsters y humanos, entre todos más que una vecindad, transforman a la Avenida Q en una comunidad unida, dónde todos se conocen, se ayudan y hay grandes amistades.

La aparente inocencia de los personajes, permite que se traten temas profundos, de manera cruda, irónica y con un humor bastante ácido, pero a pesar de eso, los personajes sigan dando ternura.

El musical cuenta las vivencias de los vecinos, su día a día, sus problemas, es un recorte en el tiempo de esa parte de la ciudad. Una cuadra con puertas y ventanas a las que se les da mucho uso, no sólo para el ir y venir de los personajes, sino también para dibujar diferentes coreos.

Todo en ese entorno refleja el estilo de humor que prima en el texto y una gran pantalla de led en lo alto de los edificios, refuerza algunos puntos, juega con el espectador y hace las veces de cartel publicitario.

Los protagonistas son (mayormente) marionetas, manejadas por uno o dos actores, que deben coordinar a la perfección lo que dicen con la acción del muñeco para que todo haga sentido, de hecho no sólo la palabra, sino que de la cintura para abajo, el cuerpo de los actores, complementa a sus partenaires, por lo que deben volverse uno; obviamente cuando el manejo lo hacen dos personas, es una la que toma este rol y la otra ayuda.

El trabajo de los artistas es inmenso y la coordinación, concentración  y expresividad que requieren, está por encima de lo normal para un musical y es realmente impecable el resultado. Esto es mérito de todo el equipo, tanto los actores, como la directora (Melania Lenoir) y el resto de su equipo.

Melania protagonizó este espectáculo hace más de una década y eso hace que sepa muy bien por dónde ir, para causar el efecto esperado, dónde poner los acentos de la historia, así como también de cada personaje y la interacción entre ellos. Un trabajo brillante.

¿Quiénes son estos vecinos? Princeton (Nacho Pérez Cortés), el joven recién llegado, con un título y un futuro incierto, quién se vuelve “el galán” de este cuento. Rod, (Nacho Pérez Cortés) un peluche intelectual y fan de Liza Minnelli, que vive con su amigo Nicky (Manu Victoria); éste último es opuesto a su compañero, es bastante bardo con todo en su vida.

Por otro lado está Lucy (Lali Vidal), una maestra jardinera en busca del amor. Lali también se pone en el peluche de “Lucy, la perra del infierno”, una estrella de los bares nocturnos, sexy y atrevida.

El elenco peludo lo completan Trekkie Monster (Manu Victoria, quién fuera el administrador hace años), un ser de pelo largo, gran nariz roja y unos cuernitos, que es muy particular, algo hosco, pero quizá sólo haya que rascar un poco la superficie. Y por último los Ositos de las malas ideas (Juan Martín Giménez y Stefi Ribisich), las voces y caritas más dulces y tiernas, que no necesariamente son fiel reflejo de las personalidades… si los ven aparecer ¡agárrense fuerte!.

Los humanos que comparten vecindad son Brian (Julián Rubino), un muchacho de 32 años, comediante frustrado, vive en “la pavada”,  casi un adolescente, hasta que su pareja, la coreana Kimichi (Andy Cho), una psicóloga que no logra desarrollarse profesionalmente, lo pone en su lugar, es una mujer con mucho carácter.

Por último Manu… de Mambrú, sí… sí, sí, él se representa a sí mismo pero en una situación diferente (claro está), es el encargado de la zona, él fue estafado por su representante y ahora vive al día, luchando con el entorno.

Si bien todo tiene un hilo conductor, cada personaje tendrá una canción que oficie de carta de presentación; por otro lado a medida que se van sucediendo las diferentes temáticas, también cantan al respecto, lo que ordena y organiza el relato.

Las risas están a flor de piel y las carcajadas y golpes en el piso de la platea, se vuelven una moneda corriente a los pocos minutos del arranque, después de todo, tratan temas con los que la mayoría pueden sentirse identificados y en muchos casos se genera una mezcla de “espanto” con lo que escuchan, pero teñido de una risa algo culpables por lo que quizá piensen al respecto. El racismo, la homosexualidad, el porno, la frustración, el amor, el sexo, el dinero… el abanico es muy grande y su tratamiento es catártico.

El espectáculo tiene detalles muy puntuales, que seguramente pasen desapercibidos para los primerizos, pero se actualizó en relación a la primera puesta, ya que la sociedad y el mundo cambiaron mucho en estos años y esos cambios es ven reflejados en el guión, incorporando incluso temas muy argentinos, cosas que si bien le pueden causar gracia a cualquiera que lo vea, son los residentes en este suelo, quienes mejor entienden los guiños. ¿Lo más obvio? cambiar al personaje de  Gary Coleman por Manu y así muchas otras cosas que mejor, veánlas ustedes mismos.

Un elenco sólido, parejo y muy mandado un bloque donde claramente todos están al servicio de los demás (sin lo que nada funcionaría), sumándose a los ya nombrados: Carolina Liask, Joaquín Catarineu y James Cowan, como ensamble y apoyo con las marionetas.  Vale resaltar el trabajo disociativo que deben hacer, interpretando a más de un personaje, muchos veces en simultáneo. Igualmente cabe destacar los trabajos de Nacho, que tiene un despliegue maravilloso y Lali que es arrolladora, su energía va un paso más allá.

Una puesta impecable, con grandes trabajos por parte de los intérpretes y una huella de dirección innegable. Un musical dónde la

La banda en vivo definitivamente suma energía y se genera una sinergia entre ellos y quienes están arriba del escenario que llega a la platea. Está compuesta por: Ezequiel Guiraldez (guitarra), Gonzalo Fuentes (bajo), Fabián Paquadio (batería), Agustín Gallo (piano), Tomas Mayer Wolf (Dirección musical y teclado) y Emma Famin (flauta, clarinete y saxo); una gran banda, suenan de diez.

Las marionetas dan lugar a decir cosas, que quizá si fueran humanos no dírían (al menos si quisieran ser políticamente correctos). Para reírse sin parar con este mundo peluche, que definitivamente… no es para chicos!

Advertencia: se van a ir cantando!

Ficha:

ELENCO:

Princeton/Rod: Nacho Pérez Cortes

Kate/Lucy: Lali Vidal

Trekkie/Nicky: Manu Victoria

Manu: Manu Ntaka

Brian: Julián Rubino

Osito/Bulbaseca: Stefi Ribisich

Osito: Juan Martín Giménez

Kimchi: Andy Cho

Ensamble: Caro Liask, James Cowan y Joaco Catarineu

Dirección: Melania Lenoir

Género: Musical

Categorías: Reseñas

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