Un niño

El título de la obra escrita y dirigida por Gabriela Villalonga hace alusión a un niño que en ningún momento aparece en escena (pero que está presente durante toda la representación, en diferentes circunstancias, aún antes de ingresar a la sala), que se escapa de sus padres, que es buscado en varias ocasiones, que se esconde, que pareciera espiar los hechos y escuchar las conversaciones de los adultos.

En esta historia se muestran tres situaciones en las cuales la temática de la educación es el eje transversal. En la primera se ve a un grupo de estudiantes terciarios que se juntan para estudiar; en la segunda, una sala de profesores de secundario; y en la tercera una reunión de padres de niños de jardín de infantes que se encuentran para organizar el acto de fin de ciclo. Cada una de estas escenas ponen en evidencia los puntos de vista (muchas veces disímiles) de los diferentes participantes del sistema educativo: los alumnos, los profesores y los padres.

La violencia, las relaciones de poder, los vínculos, la hipocresía, la falta de comunicación, el desinterés  y la alienación a la que conduce un sistema educativo que está en crisis, son algunos de los temas que se tocan. Contados con un poco de humor, con ciertos diálogos que rozan lo absurdo, con personajes en ocasiones un tanto caricaturescos y con algunas secuencias de movimientos que terminan de darle un sentido más acabado a lo que sucede.

La escenografía realizada por Virginia de los Santos Fernández posibilita el armado de diferentes ámbitos en un mismo espacio, de manera muy práctica, con mínimos cambios realizados de forma coordinada por los actores en las transiciones de un cuadro a otro, donde también la iluminación propuesta por Florencia Carboni acompaña a la perfección estos momentos. Los actores interpretan a más de un personaje, por este motivo, el diseño de vestuario (concebido por la misma persona que realizó la escenografía) adquiere un papel preponderante para la caracterización de los roles, más allá de la composición particular que le imprime cada uno.

Esta es una obra que nos hace pensar en el rol que ocupamos en diferentes situaciones, porque como dice la frase del pedagogo francés Philippe Meirieu que figura en el programa de mano: “Cuando en una clase, en una sociedad, en una comunidad, alguien quiere ocupar todos los lugares, es porque no tiene ninguno…”

Ficha:

Con: Gabriela Andrada, Fernando Atias, Cecilia Balmayor, Ornella Cardaci, Marianela Caresani, Pablo Guises, Diego Iglesias Fernández, Checha Kadener, Lola Mega y Ligüén Pires

Dramaturgia y dirección de la artista y psicóloga social Gabriela Villalonga