Una tragedia olvidada

Después de un minuto de silencio entre las sombras y el humo inicia el primer ritual de las brujas, que nos introducen a una escena con un baile apasionado e impetuoso. Luego, de las penumbras vemos emerger a una mujer: la señora Macbeth.

Es así como Roberto Lachivita (director) preside el texto de Griselda Gambaro, quien decidió darle la mirada femenina y protagónica a la conocida tragedia de “Macbeth”, una creación Shakespeareana sobre la que la autora re-escribe su obra.

Gracias a la imponente interpretación de Romina Pinto, contemplamos a este personaje, una mujer recluida por el poder y totalitarismo, ciegamente comprometida con su amante, una mujer que por decisiones ajenas sufre hasta el punto de olvidarse de ella misma y anteponer sus convicciones.

El lenguaje simbólico y poético de la obra es reforzado con la presencia de las tres brujas (Laura Calderón, Camila del Rio y Karina Iazurlo), de apariencia física muy parecida pero con personalidades marcadas, sarcásticas y realistas, las mismas voces que mantienen un continuo diálogo con la protagonista y funcionan como su propio subconsciente en la búsqueda de respuestas por justificar a su amado.

Conforme la trama se desarrolla, el personaje principal empieza a perder los estribos y se convierte en cómplice de los delitos de Macbeth, influenciada por las brujas que la incitan a ser parte del juego; unas voces externas que se convierten en alter ego para la señora.

Del público y al ritmo de la percusión aparece Pablo Lambarri, el supuesto fantasma que intenta abrirle los ojos a una mujer atormentada por su propio y encerrado yo.

La dramaturgia de los artistas fue impecable, cada personaje requería de una fuerza particular y en definitiva, logrado en cada actuación. El lenguaje filosófico logró abarcar cuestiones de sexualidad, dramaticidad y relaciones de poder que dejaron al público abstraerse de la realidad y fusionarse con la obra.

 

Ficha:

Intérpretes: Romina Pinto, Pablo Lambarri, Laura Calderón, Camila del Rio y Karina Iazurlo //Percusión: Laura Regueira

Dirección: Roberto Lachivita