Quiero ser libre

Tres mujeres que perdieron la libertad hace mucho tiempo. La prisión no es solo en un calabozo. Hay quienes están presos de la rutina, de personas que no aman, de cosas que no los hacen felices.

Pablo D´Elia dirige este espectáculo cargado de sensibilidad por los temas que trata, y hoy en día es muy necesario, porque hay muchas cosas en juego.

Mercedes Fraile, Armenia Martínez y Lucía Tomas ponen todo lo que tienen. Mujeres que transitan diversos estados emocionales y se van transformando a cada segundo. Es muy chocante la realidad que les toca vivir a estos personajes. Las tres encerradas en su mundo, con reglas que las dominan, que no las dejan ser libres. A la distancia una va inquietando a la otra al punto de querer romper con lo que sucede, sacarse todo ese peso de encima.

Actuaciones muy emotivas y llenas de ternura que se manifiesta con los espectadores. La ruptura que va sucediendo en cada una de ellas con el transcurrir del tiempo es espectacular.

Una puesta en escena muy rica en recursos. Por momentos una cárcel, por momentos el calabozo, el paisaje del campo proyectado en las paredes, la casa de mamá. La melodía de la música suave que acompaña cada situación. Elementos que hacen al público involucrarse un poco más con la historia, ya que lo transporta a cada lugar en el que va transitando el tiempo, a tal punto de querer estar ahí con esas mujeres que sufren.

Viendo morir a Gloria es un espectáculo que nos enseña una de las partes más sensibles del teatro y de la vida. Todo lo esencial es invisible a los ojos. Para los tiempos que vivimos, salir de las prisiones que día a día nos rodean es fundamental para descubrir las cosas esenciales. Una manera de conseguirlo es viendo este hermoso espectáculo.