Su nombre significa mujer

Ficha

  • Datos de funciones:

    En cartelera

  • Prensa:

    CTBA

 

Un “MaPa” te lleva adonde quieras llegar.

Poner en palabras, sana. Ahora hay palabras. Benditas palabras. Bendito lenguaje inclusivo. “¿Por qué tengo que exteriorizar todo lo que siento, todo lo que pienso, todo lo que me pasa?” exclama Papi (quien protagoniza el espectáculo). Esconderse para protegerse, esconderse para desaparecer, ¿cuál es la diferencia?
“Su nombre significa mujer”, escrita y dirigida por Paola Lusardi,  es la historia de un matrimonio y sus tres descendientes, contada desde la perspectiva de Mamá.
¿Si mamá se casó con un hombre que luego transicionó a mujer, mamá es lesbiana? ¿si papá en realidad era mujer, con quién me crié? ¿vas a bajar así vestido? ¿divorciarse sería rendirse o liberarse? ¿y el amor, alcanza?
Cargada de metáforas, esta pieza de 120 minutos de duración, va a quitarle todas las capas a una temática para que cada persona de la audiencia en algún momento, aunque sea ínfimo, logre ser atravesada y pueda ponerse en el lugar del otro (“¡otre!”, gritaría la hija menor).
Esta obra tiene a su vez, la particularidad de tener tres líneas ficcionales: sus intérpretes cuentan la historia de cinco actores en sus ensayos, donde representan a una familia igual a la de nuestra protagonista: Mamá. Rompiendo la cuarta pared, el público también es partícipe, borrando por completo cualquier delimitación.
“¡Son libres!” grita Cecile Caillón al finalizar la función. “O pueden quedarse a escuchar un tema que compuse”, ¿cómo negarse, no?. Su labor es fascinante. No sólo posee una sensibilidad desbordante, sino que además deleita con su voz durante los cortes musicales. Además, porta el don de la comedia con mucha naturalidad, lo cual ya quedó demostrado en uno de sus últimos trabajos: “Mamamá”, donde también se investigaba el rol de mamá en una situación familiar particular.
Dejando de lado las flores para Cecile, la performance de todo el elenco es excelente: Payuca y la escena del vestidor; Lucía Adúriz Bravo (a quien se le augura un carrerón!) y su potencia actoral; Claudio Mattos y sus atinados gags; María Zubiri y su camaleonidad.
A nivel puesta, todo se TRANSforma constantemente: el uso de diferentes vestuarios, cambios de género y modificaciones en las capas de ficción son recurrentes: la escena del partido de tenis siendo jugado con perchas en vez de raquetas, es una genialidad.
Los momentos musicales van a ser una parte fundamental también para liberar tensiones, generar catarsis y evitar la solemnidad.
Sin dudas, una excelente opción dentro de la cartelera porteña y una clase magistral de actuación. Una experiencia bisagra, donde no se sale como se entra, donde algo se modifica, algo queda resonando. Invita a la reflexión, a debates, a sacudir un poco las creencias impuestas, las propias. “Lo único constante, es el cambio”.

Ficha:
Intérpretes: Cecile Caillon, Payuca, Lucía Adúriz Bravo, Claudio Mattos y María Zubirí.
Dirección: Paola Lusardi
Género: Biodrama

 

Categorías: Reseñas

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