Potestad

Potestad

Ficha

  • Datos de funciones:

    Información sobre funciones en cartelera

  • Prensa:

    Marcos Mutuverria

 

La belleza de lo extraordinario

Un escenario en penumbras, sin poder visualizar nada de la puesta, recibe al espectador, esta estrategia empieza a hablar del espectáculo. Inicia la función con una impactante música en vivo generando gran expectativa por lo que está por suceder.

Hablar de “Potestad” es hablar del gran autor argentino, Eduardo “Tato” Pavlovsky, de una de las obras más significativas del teatro argentino, escrita en los 80’, y de una época plagada de muertes y de desapariciones forzadas.

Norman Briski, a cargo de la dirección y de esta nueva versión -ya que él también dirigió a “Tato” en la primera puesta-, recurre a la técnica del teatro Noh para resignificar el valor de la pieza. La técnica, proveniente del teatro oriental, y la puesta produce un “alejamiento” de la escena, un “extrañamiento”, produciendo que el espectador primero analice lo que ve y luego se meta de lleno, sin dudarlo. No es desde la identificación, si no, desde el entendimiento de lo que la obra significa. Briski propone una puesta ambiciosa, geométrica, visual, difícil, pero en apariencia “simple”, y obtiene como resultado algo precioso, poético e irreverente, que impacta emocionalmente.

“Potestad” es uno de los unipersonales más complejos de la escena porteña, que aborda una época difícil con una mirada distinta: desde la óptica de un ex represor. El protagonista de la historia narra como desaparecen a su hija sin que ni él ni su mujer puedan hacer nada para impedirlo. Y es que de eso se trata, de la impotencia, de la soledad, del abandono, de la locura y del miedo.

Lo distintivo, entre muchas otras cosas, en esta nueva puesta es que el personaje masculino es realizado por una actriz: María Onetto, quizás la única intérprete capaz de ponerle cuerpo a esta versión, a esta montaña de sensaciones. Es una actriz de gran nivel que, desde su cuerpo, transmite orgánicamente cada complejidad de su personaje y de la puesta, actúa desde el corazón, dejando todo en escena.

La música en vivo, y el diseño sonoro a cargo de Tomás Filkensztein es soberbia y poderosa; el vestuario de Renata Schussheim es impecable, el diseño lumínico exalta lo antes mencionado, y la escenografía minimalista, a cargo de Leandro Bardach, cobra sentido con cada palabra de la protagonista.

“Potestad” es una obra imperdible de la cartelera porteña, una joya bestialmente poética, que resalta la belleza de lo extra-ordinario.

 

Ficha

Actúan: María Onetto

Dirección: Norman Briski

Categorías: Reseñas

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