Peligro: Mujer al borde de un ataque de nervios

Una mujer, madre y argentina, se encuentra en medio de un torbellino emocional al enfrentarse de manera casual, con noticias de un ex novio de la juventud. Su presente afectivo -destartalado y oxidado-. y su presente familiar –marginal y caótico-, funcionan como detonante para planear un viaje de reencuentro con ese amor que no fue y que conserva idealizado en lo más puro de su ser. La débil realidad económica por la que atraviesa, así como la fragilidad de los lazos que la une con sus hijos –un niño de 8 años con problemas madurativos y de expresión, y un adolescente envuelto en la droga, que no duda en robarle a su propia madre para satisfacer su vicio-, la hunden en un estado emocional extremo, yendo de la euforia al llanto en pocos segundos, y donde su único consuelo para semejante presente se halla en poder concretar su más ferviente deseo de componer su relación amorosa con ese joven al que alguna vez dejó, y que ahora invade su pensamiento salvajemente. En la monotonía, el desorden y el abandono del espacio donde se mueve, la foto de ÉL ocupa un lugar privilegiado, atesorado, desde donde irradia una luz enceguecedora que por momentos la saca de su triste entorno, como un salvavidas del cual se aferra con todas sus fuerzas. Y los poderes esotéricos y astrológicos que cree atraer a partir del asesoramiento de una suerte de gurú  “amiga”, aumentan sus esperanzas para llegar al final de su meta.

“Pensarás que estoy loca” en una nueva pieza del prolífero Pablo Albarello, en este caso dirigida por Julia Funari, quien rescata y privilegia la vulnerabilidad emocional del personaje en un contexto absolutamente adverso, y lo eleva a la máxima potencia para demostrar –incluso a través de la comicidad- el grado de desamparo, soledad, frustración, impotencia y vacuidad que rodea a la protagonista. Jéssica Becker es Gloria, pieza clave de este engranaje, quien lleva adelante un extraordinario desempeño actoral, otorgándole suma ductilidad y versatilidad. Desde el trabajo con su voz, lo físico y lo emocional, nos guía de manera magistral en ese ir y venir de estados anímicos que repercuten en el sentir del propio espectador, alterándolo a su paso. La escenografía y el vestuario de Fanny Gurschpon crean una ambientación acorde adonde transcurre la acción, y los avatares por los que transita Gloria, contagiando por momentos cierta asfixia y abatimiento.

“Pensarás que estoy loca”, es un interesante y atractivo unipersonal que nos permite a partir de la risa, internalizarnos en el mundo de los desamparados, los perdedores, los fracasados, los que necesitan desesperadamente crearse una ilusión para poder sobrellevar la triste realidad que los agobia. Y si nos fijamos bien, todos dependemos un poco de eso. Cada cual con su ideal, con su esperanza, con su más ferviente deseo que lo eleve de la densa monotonía de la vida misma.