Nada se pierde, todo se transforma

“Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás” decía una frase de un conocidísimo best seller llamado “La biblia”. Esta es una de las temáticas principales que aborda la obra Más Bello que la muerte. Hablando de los ciclos naturales de vida y muerte, de transformación, de constantes cambios, de renovación, de la impermanencia de las cosas. Así como la tierra se regenera utilizando los deshechos, lo que ya no sirve, lo que ya murió; para compostarlo y transformarlo nuevamente en vida. En este caso la obra nos deja el mensaje de que todas las experiencias, por más dolorosas que sean, nos dejan un aprendizaje que nos transforma, que nos permite evolucionar y seguir adelante renovados.

Cuenta la historia de tres personajes: Arminda, Axel y James, cuyas vidas (que tienen puntos en común) se entrelazan de casualidad, generando un vínculo inesperado entre ellos. Arminda y Axel son un matrimonio que vive en una casa rodeada de naturaleza, de plantas, de verde, pájaros y de otras tantas formas de vida. Axel era profesor de filosofía y la conoció a su mujer dando clases en la universidad. Arminda se dedica a escribir. En boca de estos dos personajes se mencionan reflexiones profundas, hasta poéticas, sobre diferentes aspectos de la vida y la muerte, que nos hacen elevarnos más allá de lo cotidiano y remontarnos a la esencia misma de las cosas.  En contraposición a estos dos personajes se encuentra James: un joven carnicero de origen humilde, procedente de alguna provincia del litoral argentino o de Paraguay. Es amante de los pájaros, tiene afición por su avistamiento, encuentra en ellos algo misterioso, apasionante que lo conecta con la naturaleza y le hace olvidar los problemas de su propia vida. Debido a esta afición es que comienza a entablar vínculo con el matrimonio, generándose, a pesar de las notables diferencias que hay entre ellos, mucha empatía.

Desde que ingresamos a la sala parece que nos sumergimos en ese mundo natural, agreste, es como si nosotros también estuviéramos en el fondo de esa quinta, entre esos árboles, sintiendo esos aromas, sintiendo el calor, los mosquitos, el frescor del césped en nuestros pies. El marco sonoro de pájaros, bichos, grillos y otras especies, nos adentran aún más en este paisaje bucólico. Tanto los efectos sonoros, como la iluminación marcan los cambios de ritmo y hasta marcan el contraste entre los planos de la realidad/imaginación de los personajes, que le da mayor profundidad al relato. La escenografía cuenta con varios elementos significativos que nos sugieren este espacio, nada está puesto porque sí. En general, en la historia todo tiene un por qué, todo está puesto en su justa medida. Una bella propuesta de la dramaturga Sonia Novello (quien también es la protagonista) bajo la dirección de Claudia Mac Auliffe.

Ficha:

Actúan: Osqui Ferrero, Sonia Novello, Alejandro Vizzotti

Dirige: Claudia Mac Auliffe