Hilar la memoria, tejer la obra

El negro y el Cabezón se reúnen en una casa dentro de la provincia de San Juan, para decidir qué hacer con ella mientras duelan la muerte de su madre, la Juana. De pronto llega una prima, la Gringa, para remover el presente en un viaje que emprenden juntos a la infancia a través de los recuerdos.

Lo tejió la Juana, es una obra dramática que surge a partir de las memorias personales del autor, acerca de su infancia, y la ficcionalización de las mismas. Ignacio Sánchez Mestre, director y dramaturgo de la obra, se propone jugar a un juego de roles en el que se hace cargo, a partir de sus anécdotas, que es él quien escribe, dirige y hasta inclusive actúa, en función de la escena.

Se crea un código particular entre las escenas, una estructura sólida de recuerdos que entretejen el todo, la historia, la obra en sí. Un libro que irrumpe en el escenario, es motor de los relatos de los protagonistas, a partir de él, se montan micro escenas íntimas y profundas que son separadas por audios en off de la Juana, un sutil juego entre la realidad y la ficción evidencian un dispositivo escenográfico que se detiene en los detalles.

La iluminación marca un fuerte contraste entre lo que es representado de lo que no, por un lado, lo cálido de lo presente en presencia, el cuerpo en escena, en movimiento, y por el otro, las penumbras de lo presente en ausencia: un cuerpo que se enuncia a través de la voz, que brinda pretexto para la escucha activa que le propone el director, al público. En medio de una vorágine visual, detenerse a escuchar intermitentemente es algo que irrumpe con las lógicas porteñas de lo cotidiano pero en esta obra, parece ser habitual, los personajes son parte de esa dinámica, se desarrollan en un tiempo sanjuanino, que no le teme ni al silencio, ni a la espera.

La escenografía es fundamental, cajas vacías y repletas, de objetos, retazos de tela y recuerdos, en un escenario que se arma y desarma, que se reconstruye y resignifica a la par del relato, en el propio imaginario de la memoria yacen vacíos que se intentan reconstruir y otros que almacenar.

Otro punto fundamental, es la complicidad que se genera con el espectador en el universo creado a partir del dolor y lo absurdo de la muerte. Ignacio Sánchez Mestre propone un espectáculo en donde reina el drama pero también el humor, para remarcar que mientras los personajes parecen estar estancados en un tiempo paralelo, se teje una manta no solo de recuerdos, sino de formas de relacionarse entre ellos, de reclamarse pero así también de quererse. Hacen a la espera, amena, y por ello, es que el guión está curado con tanta delicadeza, ternura y sensibilidad, de esta forma, se logra tal emoción, e identificación con la historia.

Lo tejió la Juana es un espectáculo que se propone reflexionar e indagar acerca la perdida mientras explora los límites de su propio dispositivo escenográfico por el que se presenta, el autor, mostrando y exponiendo sus vivencias a merced de una obra que demuestra un meticuloso manejo de todos los recursos escénicos que la conforman, desde la dramaturgia, y la dirección de actores, hasta el vestuario y el sonido. Un cúmulo de capas de sentido visibles, un cúmulo de recuerdos  que abrigan la nostalgia.

Ficha

Intérpretes: Pilar Mestre, Juan Francisco López Bubica, Maitina De Marco, Paula Trucchi, Federico Buso e Ignacio Sánchez Mestre.

Dramaturgia y dirección: Ignacio Sánchez Mestre.

Género: Drama