Mundo onírico

Los sueños… ese maravilloso y desconocido universo, en el que nos sumergimos cada noche luego de cerrar nuestros ojos para rendirnos en los brazos de Morfeo, ese fantástico Dios de la mitología griega que, nos invita a su mundo fantástico de interpretación de los sucesos de nuestra vida cotidiana. Documentan los especialistas que cada vez que dormimos soñamos, pero no siempre, al despertar, lo recordamos. Dentro de esa intricada trama mental, se ubican los sueños lúcidos, que se diferencian del resto, porque durante estos, la persona posee la habilidad (o la puede entrenar) de ser consciente de que está soñando. En algunos casos, incluso, se explica que puede llegar a ser posible elegir las experiencias que se van a vivir durante el sueño o modificar el rumbo de determinados sucesos.

Un escenario dividido en dos espacios disímiles: un elegante restaurant de moda con una mesa en el centro preparada para tres comensales y del otro lado, el living de la casa de esta familia tan disfuncional. Una escenografía monocromática donde predominan los colores blanco y negro, un empapelado con papel de diario, que incluso cubre parte del mobiliario de los ambientes. Se destaca el cuidado trabajo de Edgardo Aguilar, lo que también cobra relevancia gracias a su propio diseño de iluminación en conjunto con el director Sebastián Bauzá. Las luces son claves para ir brindando a la platea los matices en cada situación.

Teté (Merceditas Elordi) es la madre de esta familia. Ella junto a sus hijos, Lucas (Patricio Paz) y Lucrecia (Sofía González) son los protagonistas de este clásico del reconocido dramaturgo y actor, Rafael Spregelburd. Acompaña las escenas Juan Pablo Carrasco, componiendo otros personajes que serán claves para el devenir de la historia.

Lucas es un chico con severos problemas de vinculación. Vive con Teté, su madre, que se caracteriza por ser una mujer sumamente controladora, obsesiva y un tanto fuera de control. Luego de veinte años sin verlos y de haberse ido a vivir a otra zona, vuelve a la casa familiar Lucrecia, quién debe ocuparse de la situación de salud de su esposo. Pero esta llegada no es inocente, según la mirada de su propia madre, que es quien intuye que el regreso de la joven no es casual y trae entre manos una jugada sucia para hacerlos vivir un mal rato. Durante la obra, se irán alternando situaciones del mundo real de los personajes con los aclamados sueños lúcidos de Lucas, quien, gracias a la ayuda de su terapeuta, está intentando incorporar a su vida.

Los cuatro artistas se mueven con mucha soltura arriba del escenario recorriendo las escenas con gracia, verborragia y ductilidad. El texto implica que el espectador preste mucha atención a la acción y trate de no perderse ningún detalle. Por momentos, algunas situaciones parecen no tener demasiado sentido, pero todo cobra forma cuando llegando al final, se van desatando esos nudos que la propia trama fue fabricando. Destacado trabajo de Merceditas Elordi quien, lleva adelante la mayor parte de la obra atravesando un sinfín de emociones, mostrando su versatilidad actoral y reafirmando ser digna merecedora de reconocimientos por su trabajo en escena. Acompañan muy bien Patricio Paz con momentos de desparpajo entrelazados con raptos de ternura, una combinación ideal y Sofía González con una impronta muy particular, una excelente proyección vocal y una interpretación sólida. Por supuesto, vale la pena mencionar el trabajo fresco, espontáneo y desopilante de Juan Pablo Carrasco, quien arranca muchas carcajadas durante todo el transcurso de la obra. La dirección actoral de Sebastián Bauzá, como conductor y guía de este multifacético elenco. A su vez, Sebastián es el compositor de la música original de la obra que permite que se realice un viaje imaginario a cada situación vivida.

“Lúcido” es una tragicomedia muy popular en el teatro independiente. Una obra que continuamente nos dejará pensando, tratando de dilucidar si lo que ocurre es real o es parte de los sueños de Lucas. Definitivamente, el texto, invita a la reflexión. Cómo ha dicho el neurólogo austríaco Viktor Frankl “El dolor hace al hombre lúcido y al mundo transparente. El dolor abre perspectivas hasta el fondo”

Ficha

Elenco: Merceditas Elordi, Patricio Paz, Sofía González, Juan Pablo Carrasco

Director: Sebastián Bauza