Ser judío, ¿se nace o se hace?

El ser humano es un ser social que, por defecto, busca sentirse parte de un colectivo siempre. Su esencia es ‘‘ser’’ en sociedad. Ese sentido de pertenencia es el motor que impulsa la vida misma y su constante búsqueda es la energía que lo alimenta.

María es una joven, de origen paraguayo, que dejó su país en busca de un porvenir mejor y en esa búsqueda, se encontró con la familia Suvovsky quienes la contrataron como ‘‘la chica cama adentro’’ o, de manera más despectiva, ‘‘la shikse’’. Más allá de las formalidades laborales, para María esta familia perteneciente a la comunidad judía se ha vuelto su familia del corazón. A lo largo de los años, María les ha cocinado y limpiado, ha viajado con ellos y hasta les ha criado a sus hijos. Son tantas experiencias con el judaísmo que ella ha vivido a través de los Sucovzky que, en esta obra, se presenta ante un tribunal judaico solicitando se la acepte dentro de la comunidad. María busca sentirse realizada a través de su conversión al judaísmo.

‘‘La shikse’’, es decir María, acompañada de Ari, el guardaespaldas y Li, el chino del supermercado, rompe la cuarta pared desde el comienzo y se enfrenta al público, convirtiéndolo en el tribunal que evaluará cuánto porcentaje de judaísmo genuino posee.  De manera muy divertida, María presenta toda una serie de vivencias y habilidades típicamente judías, entre ellas, una lección culinaria de knishes y una muestra bailable del rikudim, todo ello buscando la aprobación del tribunal que, entre risas espontaneas y momentos de absoluto silencio, le dirán o no si puede ser convertida al judaísmo.

Durante todo el espectáculo se hacen claras referencias al mundo judaico, pero ello no es un problema para quienes se encuentran ajenos a él. La versatilidad de María, interpretada por Mariela Kantor, lleva la obra hacia la euforia y la reflexión constantemente, mostrando con total claridad las emociones que el personaje intenta trasmitir. La puesta en escena se completa con música en vivo y los efectos de luces que indican los momentos clave del espectáculo.

Una obra que, presentada como comedia, hace una importante reflexión sobre el deseo de pertenecer y ser parte en la sociedad, más precisamente en la comunidad judeo-argentina. Un final que deja mucho para pensar y los espectadores claramente conmovidos por la calidad actoral de Mariela.

Ficha:

Actriz: Mariela Kantor
Intérpretes: Sebastián Marino e Ignacio Goya

Libro y Dirección: Sebastián Kirszner