La ilusión del rubio

La ilusión del rubio

Ficha

  • Datos de funciones:

    Información sobre las funciones, en la cartelera

  • Prensa:

    Duche&Zárate

 

Reinterpretar la ausencia.

El 19 de febrero de 2012, Facundo Rivera Alegre desapareció cuando volvía a su casa, después de un baile de cuarteto. Tenía 19 años, había sido hostigado por la policía en ocasiones anteriores, y desde esa noche de verano, no se supo más de él. Tres años después, se llevó a cabo un juicio, con muchas irregularidades, dónde se condenó a dos chicos por homicidio. La familia de Facundo decidió absolverlos, porque consideran que el procedimiento fue un encubrimiento y los verdaderos culpables son miembros de las fuerzas de seguridad. Hoy en día, siguen buscando justicia.

La obra acompaña el reclamo de la familia y, a partir de la representación, toma prestada la voz de Facundo e intenta luchar contra la gran ausencia que deja siempre un desaparecido en democracia, justamente buscando construir un relato presente y vivo.

“La ilusión del rubio” (porque así apodaban a facundo por su pelo decolorado) es un unipersonal llevado a cabo con maestría por Martín Slipak, quién pide permiso al público antes de representar a Facundo e indagar, no sólo en los acontecimientos del caso, sino también en su universo personal: ¿quién era este joven padre de 19 años? ¿cuáles eran sus sueños, sus motivaciones? ¿qué música escuchaba, qué jugador de fútbol lo apasionaba? ¿qué siente frente a la gran injusticia de su desaparición? ¿qué haría y diría si fuera capaz de subirse a un escenario y contar su historia?

A partir de las preguntas que va abriendo el texto, sincero y crudo, se empieza a construir el mundo de Facundo, el hostigamiento y discriminación que sufría, pero también el imaginario de un joven alegre, motivado, con convicciones fuertes, que escribía y creaba canciones. La dramaturgia de Santiago San Paulo es brillante en ese sentido. Construye un tono autoconsciente y respetuoso que a través de imágenes claras y de una gran belleza, presentan a Facundo, su situación socio económica, y también el contexto de corrupción e impunidad que se vivía en la provincia de Córdoba al momento de la desaparición de Facundo.

La puesta en escena, a cargo de Gastón Marioni, es minimalista pero contundente. Facundo recorre la sala, donde se despliegan siete sillas de izquierda a derecha, una por cada día de la semana, y cuenta diferentes sucesos de su última semana de vida. A su vez, la iluminación y la música enmarcan y brindan un gran dinamismo que permite dentro del drama, momentos de humor más livianos y algunos giros más propios de lo fantástico, siempre en el contexto de la dramatización de la ausencia: Facundo, un joven querido, que alegraba a quienes estaban a su alrededor, y que tenía mucho por contar y vivir, ya no está y él mismo lo sabe.

Cabe destacar la gran autoconciencia del espectáculo, en todos los aspectos. Al frente del escenario, hay un micrófono de pie al que Facundo recurre cuando quiere dirigirse al público o salirse del relato del pasado. De esta manera, la interpretación de Martin Slipack interpela constantemente al público transmitiendo la bronca y la injusticia de que el teatro deba ser una forma de poner cuerpo, porque el de Facundo no está. La idea de lo representado está continuamente presente y es necesario recordarlo porque la obra aparece porque Facundo no puede hacerlo. Se construye entonces una obra de denuncia eficaz, que obliga a correrse de lugar y afrontar lo terrible del caso, pero también es un elogio al poder de la representación, una reflexión sobre cuál es el lugar del arte en la política y cómo puede ayudar a mantener el caso presente.

La obra propone una voz potente y sobre todo viva, que no sólo evoca a la de Facundo, sino que la de todas las personas desaparecidas en democracia, despojadas de su cuerpo. Es una experiencia absolutamente necesaria y pertinente, como ejercicio de concientización y memoria, y también como exhibición de la fuerza de la representación. Sobre todo en la medida en que el caso sigue abierto y sin avances.

Ficha:

Dirección general: Gastón Marioni

Actor: Martin Slipack .

Género: Drama.

Categorías: Reseñas

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