Nada es lo que parece

La historia sigue a un grupo de amigos, quienes se conocen de toda la vida. Todos rondan los treinta años, por un lado tenemos dos parejas, un soltero y “la tana”, una morocha bastante llamativa que se incorporó al grupo hace poco, tres meses, pero se hizo muy amiga del sector masculino en poco tiempo.
Todo sucede en el mismo escenario, la noche del cumpleaños de Mariano. Su mujer le organizó una fiesta sorpresa con sus amigos de siempre pero al parecer las cosas entre ellos como pareja no están bien, con un bebe y una infidelidad en el medio. Finalmente, el cumpleañero termina llegando a altas horas de la noche, casi que al mismo tiempo que su propia fiesta estaba terminando, en medio del festejo se desata un caos del que todos terminan formando parte, en conjunto y por separado, un todos contra todos.

Esta obra tiene en su historia una cotidianeidad casi molesta, es decir, más de uno puede sentirse identificado con este grupo de amigos que como casi en cualquier relación humana existe la infidelidad, la envidia, la monotonía, los celos, la desconfianza. Esto mantiene atraído al espectador, que va de la risa, al enojo y a la comprensión en todo momento. Además de que en la trama hay distintas incógnitas que hasta el final no se resuelven, lo que no deja que se pueda llegar a perder el interés.

Son interesantes también, los distintos climas de tensión que se van presentando a lo largo de la obra y como estas van presentando distintas facetas de los personajes y permiten que desde afuera se los vaya conociendo pero a la vez, deja una sensación de que en ningún momento se los termina de conocer, tanto desde el guion tanto como desde las interpretaciones, está muy bien lograda esta idea.

Ficha:

Actúan: Julián Doregger, Mariano Farrán, Victoria Hladilo, Sabrina Lara, Julieta Petruchi y Manuel Vignau.

Dramaturgia y dirección: Victoria Hladilo