Quien manda en el empalme, manda en la llanura entera

¡Que lindo emocionarse hasta las lágrimas cuando sucede el apagón! La compañía Autobombo lo hizo de nuevo y esta vez con una propuesta totalmente diferente a su puesta anterior: “Paredón”.
Conducidos por el viento coplero, “Empalme” relata una historia de venganza que viene de añares; la lucha de tierras, algo de nunca acabar. Secretos, traiciones, creencias, leyendas y palabras de seres que devinieron divinos. “Ningún hombre resucita dos veces”, dicen. “Palabra del indio”, dicen.
Un clímax cargado de tensión y finalmente…el casi anunciado desenlace. “El pueblo se hizo más fuerte. No olviden que las tierras son de todos”.
No resulta tarea sencilla describir un espectáculo cuando casi todo es de resaltar. Empezando por la fina dramaturgia a cargo de su directora Natalia Paganini. Sin parodiar (y ésto va también en relación a lo actoral) el libreto es rico en su dialecto y en ningún momento se diluye. Sin dudas, detrás de esta creación, hubo un arduo trabajo de investigación.
Las actuaciones son superlativas, de esas que logran que toda la audiencia esté congelada en su asiento durante la presentación entera. Cada intérprete dio forma a su personaje con una verosimilitud innegable. Algunos, incluso, con características físicas “incómodas” de sostener durante todo el espectáculo. , merece mención especial Mariana Paganini, por su representación de “Angelito”, un niño de 10 años. Quienquiera que la haya visto, podrá asegurar que en ningún momento dejó vislumbrar a la mujer adulta que es.
Otro punto a destacar, es el diseño y realización de escenografía y vestuario, tarea realizada por Vanesa Abramovich, en conjunto con Cecilia Rodríguez. Poco se deja a la imaginación del espectador, debido a la generosidad de muebles, objetos y prendas en escena, con una paleta de colores bien definida.
El diseño de luces y el empleo de una máquina de humo, terminan por construir este “Empalme” donde sucede la acción.
Párrafo aparte para destacar la labor de Diego “Coqui” Salvatierra. Su dominio musical, tanto en lo vocal como en lo instrumental, conmueve a tal punto que se escuchan varios sollozos al finalizar la función. Sin dudas, su participación eleva varios escalones esta trágica pieza.
Un hermoso plan anti-domingo para toda la familia, que promete un enriquecedor debate posterior, o al menos, invita a una importante reflexión.

Ficha:
Intérpretes: Ricardo Torre, Diego Salvatierra, Romina Malatesta, Malena Bernardi, Leandro Guglielmone, Mariana Paganini, Fernando García Cormick, Andrea Cataldo y Fernando Martínez.
Dirección: Natalia Paganini