¿La sangre es más espesa que la plata?

Se oyen gemidos. La luz va dando lugar al acto noble de una joven, el de autosatisfacción. Tendida en su cama, la chica realiza el acto en complicidad con un televisor que la ayuda a concretar su placer, y la complicidad de una platea, que observa entre la risa contenida y la curiosidad. Se va contorneando un departamento algo roído por el tiempo, un espacio en torno a la litera, una mesa de luz, un perchero y unas puertas y ventanas que sugieren por un lado cuartos deshechos y en el exterior, una tormenta intensa. Cuando clímax se asoma, un timbrazo interrumpe su concreción, marcando el tono de El cuento de la tía, una comedia escrita y dirigida por Jorge Camisay.

La insatisfecha protagonista, Brenda, con su tarea inacabada, le abre a Esther, una tía de visita en capital por la enfermedad de su esposo, internado en un sanatorio cercano. La tensión en el aire es aún más fuerte que la tormenta. Un conflicto familiar azota como trueno el pasado de estas dos mujeres, y nada puede hacer Esther para sortear la mirada juiciosa de su dolida sobrina. El empaste trágico de una familia desmoronada sirve a estas dos actrices, Tiki Lovera Y, Agustina Berenguer, para explotar la veta cómica de este costumbrismo deshecho. Se trata al fin y al cabo de una historia de traición irresuelta, un cruce entre lo familiar y relacional, la sangre y los vínculos. Su director decide exprimir lo absurdo de la situación, con una develación cuidada y progresiva del conflicto subyacente, una explosión y una resolución inesperada, poniendo a prueba las expectativas del espectador más cínico.

El cuento de la tía, una comedia oscura, reevalúa los vínculos familiares en menos de una hora, incluye risas y, sobre todo, reedita con acierto la vieja pregunta de hasta dónde puede llegar una relación cuando hay plata de por medio.

Ficha:

Actores: Tiki Lovera, Agustina Berenguer

Director: Jorge Camisay