Un viaje con escalas musicales

La música es un vehículo que va directo al alma, generando un sinfín de emociones, la mayoría de las veces esas emociones no tienen que ver con las palabras, pero si la música va acompañada de ellas su efecto es mucho más potente aún. Este es el caso de la música del grupo Canticuénticos, que a pesar de ser clasificado como “música infantil”, en sus shows saben conmover a chicos y grandes. En casi dos horas de recital pasan por diferentes momentos generando diversión, humor, alegría, ternura y demás estados de ánimo, sin dejar de lado el toque emotivo sensible.

Canticuénticos es un grupo originario de la provincia de Santa Fé que comenzó su carrera en el año 2007 cuando Ruth Hillar (voz, flauta y acordeón) y Daniela Ranallo (quien ya no forma parte de la agrupación) se conocieron en un taller de composición que dictaba el músico rosarino Jorge Fandermole, ahí se plantó la semilla de la cual brotó el proyecto que tuvo gran crecimiento durante todos estos años (a nivel discográfico y literario también). Al poco tiempo se incorporaron Laura Ibañez (voz y flauta traversa) Gonzalo Carmelé (bajo y coros), Daniel Bianchi  (guitarra, charango, cuatro venezolano y coros), Nahuel Ramayo (batería, percusión y coros) y además, en estos últimos tiempos, sumaron a Cintia Bertolino (voz y asistencia actoral de puesta en escena) y a Darío Zini (asistencia de escenario, aerófonos, charango y percusión) . Influenciados por el mítico grupo para niños Promúsica de Rosario, por María Elena Walsh y por el folclore latinoamericano nos deleitan con canciones que transitan por diversos ritmos como la chacarera, el chamamé, la chamarrita, el carnavalito, el huayno, la murga rioplatense, el candombe, el festejo peruano y la cumbia colombiana, entre otros. Melodías pegadizas, algunas con juegos corporales y coreografías con las que el público interactúa con la banda generándose un feedback que hace muy dinámica la presentación. Pero no todo es diversión, también hay espacio para la reflexión y la emotividad con “Pañuelito blanco” y “Hay secretos”, dos canciones que abordan de manera poética y metafórica temáticas como la lucha de las madres de plaza de mayo, el derecho a la intimidad, el abuso y el maltrato infantil. Pero luego, el clima cambia sustancialmente, ya que llega un momento en el que el teatro estalla en gritos y aplausos, cuando aparecen los primeros acordes de “El monstruo de la laguna” y todo es una fiesta. Con bellas composiciones en las cuales se destacan los arreglos vocales y  el virtuosismo de los músicos, el espectáculo muestra que no hace falta tanto artificio, tantos efectos especiales y parafernalia, cuando lo que sobra es el talento. Este espectáculo es, sin dudas, una hermosa experiencia que sin dudas disfrutan los chicos y los grandes por igual.

Ficha:

Actúan: Ruth Hillar, Laura Ibañez, Cintia Bertolino, Gonzalo Carmelé, Daniel Bianchi, Nahuel Ramayo, Darío Zini

Género: Música Infantil