Alacrán o Cangrejo

“Alacrán o la ceremonia”, es un viaje directo, sin moverte de la butaca a los suburbios de España, por el módico precio de una entrada. El protagonista, tiene un aire compadrito que me recuerda a esos tipos que no podes dejar de ver cuando entran a un lugar y, que si sólo nos limitamos a su imagen, pueden resultar desagradables por su falta de humildad y por su actitud jactanciosa.

Es un espectáculo unipersonal escrito e interpretado inmejorablemente por el español José Antonio Lucía y dirigido por el argentino Román Podolsky, en el que el personaje de Alacrán, relata y recrea anécdotas y vivencias intentando principalmente escapar cada noche de la realidad por la soledad que padece ante la ausencia de La Cangrejo.

“Lo único que suaviza las cicatrices son la fábula, el perdón y el vino tinto” es uno de los textos de esta pieza que no quería olvidar. Porque lo particular de esta obra es que a medida que avanza la trama uno no puede afirmar nada, si la careta se le cae o si nos miente de maravilla, pero aún así el personaje se hace querer, te mete en su bolsillo y te deja expectante esperando que más pueda pasar. Como espectador se disfruta con amplia sonrisa la mentira bien contada, tal es así que se permite que los gatos hablen aunque al aprobar esta posibilidad la verdad de la historia quede pendiendo de un hilo. Pero ¿acaso importa? No, y todo se debe a la potente interpretación de Lucía o a lo buen fabulador de Alacrán.

Un Alacrán que se desnuda sutilmente en escena, primero el sombrero, luego el saco, el chaleco, los zapatos.  Y con cada prenda se deja ver entre líneas una cuota del dolor ocasionado por la partida de su gran amor La Cangrejo. Pero que simultáneamente se reviste, se transforma, y de alguna manera vuelve ella y me quedo pensando ¿cuál es Alacrán? ¿Será todos o ninguno?

Una tragicomedia que no se puede dejar de ver.

Ficha:

Con: José Antonio Lucia

Dirección: Román Podolsky