Fusil contra fusil

En una casa humilde sumergida en el bosque, vive una familia conformada por una madre proveedora de dos hijos gemelos y una abuela. La madre está encarnada por Paloma Contreras, representando a una mujer que trabaja en un café de una estación de servicio. Cada vez que vuelve del trabajo, expresa su preocupación, su dolor de sentirse igual que los ciervos, con el temor de ser cazada por los hombres.

El argumento de la obra podría pensarse como una reactualización de “Caperucita y el Lobo”, donde el personaje del Lobo es representado por el Loro, un sujeto mayor que le exige que trabaje, siempre acechando y buscando transgredir los límites del mundo laboral.

En otros términos, retomando a SIlvia Federici, la obra puede leerse en clave feminista donde “los hombres han intentado disciplinar y apropiarse del cuerpo femenino para el despliegue de térnicas de poder y de las relaciones de poder” (Federici, pág. 25)

Cabe destacar que el trabajo de actuación realizado por Paloma Contreras es impecable, captando la esencia del dolor y el miedo, como también, el espíritu de resistencia de una mujer en una lucha que persiste. Además, la construcción del personaje atraviesa diferentes pasajes, todos sorteados y articulados por la emocionalidad, desde el lugar de trabajadora condicionada por el jefe al amor por sus hijos y la familia.

Por otra parte, los cazadores son una presencia invisible que nunca revelan su rostro, viven en las sombras, son texto transformado en cuerpo amenazante. En cambio, la cara visible de la violencia es representada por el jefe de la estación de servicio, interpretado por Gabo Correa.

En una entrevista realizada a la directora Leonor Manso, expresaba que la protagonista, “se siente identificada con los ciervos” sobre todo en la escena “cuando viene esa luz violeta que lo invade todo y ella se enfrenta” ante el peligro que la acecha.

En cuanto a la escenografía elaborada por Laura Copertino, hay un trabajo sobre el detalle donde los elementos de la casa se superponen en un espacio reducido, muestra del hacinamiento de una casa humilde. Además, el bosque construido en el espacio derecho del escenario sumerge al espectador en una atmósfera de cuento y realismo.

El trabajo de iluminación da lugar a los pasajes de intimidad con una leve luz que se proyecta en los monólogos de la protagonista y a su vez, ilumina las sombras de los personajes en todo su esplendor.

Por último, el vestuario personifica cada uno de los personajes desde el uso de la vestimenta de Paloma Contreras en un estacionamiento, a la abuela con su vestido largo y su tejido, interpretado por Ingrid Pelicori, el mismo vestuario para los gemelos que hacen gala de sus recursos humorísticos, interpretados por Juan Garzón y Mariano Garzón y por último, Gabo Correa que utiliza una camisa a cuadros y jean.

Esta excelente obra llamada “Aurora trabaja”, dirigida por Leonor Manso y escrita por Mariana de la Mata, es una gran propuesta para reflexionar sobre la violencia y la explotación laboral, problemáticas que aún siguen perdurando en este escenario tan convulsionado a nivel mundial y local.

 

Ficha

Elenco: Paloma Contreras, Gabo Correa, Juan Garzón, Mariano Garzón y Ingrid Pelicori.

Dirección: Leonor Manso

Género: Drama