Cubos mágicos

El año 2009 vio nacer al videojuego “Minecraft”, en el que los participantes podían crear su propio espacio con cubos, bajo un concepto de “mundo abierto”, en el que cada uno puede moverse por el lugar y transformarlo a su gusto.

Ahora llegó el momento de pasarlo a la pantalla grande con Jack Black (Steve) y Jason Momoa (Garrett “The Garbage Man” Garrison) como protagonistas.

Este “live action” del videojuego, cuenta con un humor tonto e inocente, en el que las desventuras de sus particulares personajes (loosers por naturaleza), son una autopista directa a la risa.

La primera vez que Steve puede entrar a una mina (cosa que soñaba desde pequeño), encuentra un cubo que genera un portal hacia Overworld, un universo (en el que se queda a vivir), en el que puede hacer lo que quiera, siendo quién diseña su mundo a gusto y piacere, con cubos (por eso todo es cúbico), dónde conoce a su mejor amigo Dennis (un lobo).

Como siempre que hay un bueno, hay malos que quieren destruir todo y esta no es la excepción; a raíz de esto el cubo viaja al mundo real, dónde se lo topa un grupo bastante ecléctico compuesto por Garrett, Henry (Sebastian Eugene Hansen), Natalie (Emma Myers) y Dawn (Danielle Brooks), quienes llegan a Overworld, donde tendrán que sobrevivir y colaborar con Steve para salvar el universo y volver a sus casas.

Un espacio donde se mezclan el chico nerd, con un campeón de los videojuegos en décadas pasadas con un mundo lleno de colores y estímulos a los sentidos.

Los protagonistas despliegan su humor, sobre todo Jack Black simplemente porque… es Jack Black y difícilmente decepcione, porque si bien gran parte de sus personajes mantienen la esencia del actor, suele ser lo que se busca de él y es efectivo. Mientras que Momoa tiene entre sus manos a un personaje que de por sí es bastante ridículo y con el solo hecho de su vestimenta ochentosa rematada con una camperita rosa, ya cumple los requisitos básicos ¿intenta ser aún más gracioso? si ¿lo logra? por momentos se lo nota un poco forzado, pero cumple.

La dirección está a cargo de Jared Hess, quien sigue la misma línea humorística de otras de sus películas como “Napoleón dinamita” o “Nacho libre”, dónde los protagonistas son personajes queribles, que no necesitan grandes artilugios para ser divertidos. Sabe moverse en el código y logra un buen producto a nivel global.

Lo que si tiene un lugar preponderante es la visual, con colores vibrantes e imágenes muy definidas que llevan a este mundo del otro lado del portal, donde todo se vuelve tan real, que las formas cúbicas se naturalizan. Todo tiene una gran dinámica y si bien por momentos parece más un videojuego que una película… pues en este caso eso no está mal.

”Una película de Minecraft” es una entretenida propuesta para toda la familia, en la que no es necesario ser fan del juego para disfrutarla y pasar un lindo momento, los más chiquitos se van a enganchar con las figuras, los colores y el movimiento, mientras que los más grandes, podrán divertirse con este humor naif y efectivo.