Las canciones eternas

 

Cuando la oscuridad inunda el escenario, el foco proyecta su baño de luz sobre el guitarrista Dante Damián Galeano que, ubicado en un extremo del fondo del escenario, será la llave que invite a los espectadores a un viaje único al universo musical de Mercedes Sosa. En su excelente interpretación, el músico sale airoso ante la complejidad de las melodías interpretadas a lo largo de la obra.

De repente, cada intérprete será iluminado para dar curso a la voz develando los personajes y los componentes que integran el escenario en su totalidad compuesto de maletas antiguas. Estos elementos no solo representan un viaje a la memoria, sino que además serán empleados en toda la obra, para develar otros objetos como el poncho característico de Mercedes Sosa, unos pañuelos que serán utilizados en la danza, entre otros.

Pedro Frías Yuber, Sonia Aleman y Felipe Bou Abdo se lucen en la interpretación vocal con elaborados juegos de voces y utilizan su despliegue físico en las coordinadas coreografías desarrolladas por Valentina Lozano. Incluso, rompiendo los límites establecidos para acercarse al público e interpelados a través del canto y la emotividad de las interpretaciones.

Algunas de las canciones que integran la obra son: “Gracias a la vida”, “Como la cigarra”, “Cuando ya me empiece a quedar solo”, “Alfonsina y el mar”, “Naranjo en flor”, “Sueño con serpientes”, entre otros temas que logran emocionar al público que aprecie estos bellos clásicos de la canción popular.

Por otra parte, la vestimenta poseerá la peculiaridad de sus colores, donde los tres interpretes estarán luciendo alguna prenda de color rojo o bordó, tal vez, rememorando el pasado comunista de Mercedes Sosa o la izquierda militante de la época, una interpretación libre que dará cada espectador al ver la obra.

Si bien, el hilo conductor de la obra es la música, las interpretaciones serán intercaladas con fragmentos de obras como el texto inicial de “El Principito”, libro prohibido durante la última dictadura militar argentina debido a su “excesiva imaginación”. En aquel fragmento inicial, un niño le explica a un adulto que su dibujo de una boa no representa un sombrero, apelando a la necesidad del adulto de racionalizarlo todo perdiendo su capacidad de imaginación. En otros momentos, resuenan cartas a desaparecidos en la dictadura o la frase emblemática: “la sangre derramada no será negociada”.

Inevitablemente, esta emotiva obra de Pedro Frías Yuber y Tatiana Santana interpela al escenario político actual donde la represión “es un monstruo grande y pisa fuerte” en una democracia y libertad que debe ser conquistada y revalorizada ante los discursos negacionistas.

Esta bella obra musical y política llamada “Un grito en la voz”, realizará un recorrido donde  las canciones y las interpretaciones darán un viaje único a los espectadores, trayendo como regalo un mensaje único que aún conmueve y lleva al público a cantar a coro: “Cambia, todo cambia. Pero no cambia mi amor por más lejos que me encuentre…”

 

Ficha:

 

UN GRITO EN LA VOZ – Dedicado a Mercedes Sosa

Dramaturgia: Pedro Frías Yuber y Tatiana Santana

Intérpretes: Pedro Frías Yuber, Sonia Alemán, Felipe Bou Abdo

Guitarra: Dante Damián Galeano

Coreografía: Pedro Frías Yuber

Arreglos y dirección vocal: Marcelo Macri

Diseño de escenografía y vestuario: Alejandro Mateo

Iluminación: Diego Becker

Fotografía: Fiorella Romay

Diseño gráfico: Sonia Alemán y Pato Vegezzi

Prensa: BMZ Comunicaciones

Realización de escenografía: Norma Rolandi

Coordinadora de Prensa: Vero Larrea

Maquillaje fotos: Sandra Dávila, Aidé Castillo, Belén Mamani, Avigail Tonato

Producción ejecutiva: Adriana Yasky

Asistente de dirección y de coreografía: Valentina Lozano

Dirección general: Tatiana Santana

Agradecimientos: Agustín Matus – Araceli Matus – CIFPA, Formación profesional – EMAD – Fundación Julio Bocca – Fundación Mercedes Sosa – José “Poty” Frías – Natalia Zonis – Rodolfo Fast – Rodrigo Sassano – Romina Martínez – Soledad Ianni – Valeria Narváez

Género: Musical