Eran tres hermanos

Una hermosa casa de dos pisos, donde todo es muy prolijo y cálido, no hay nada fuera de lugar y el clima es acogedor; los tonos verdes y amarillos pastel ocupan la mayor parte de la superficie, dando sensación de calma. Esto se complementa con una escalera blanca, grandes ventanales que dan al jardín y muchas puertas que van a diferentes partes del lugar. Es el hogar de Tom (Mariano Martínez) y su esposa (Mercedes Oviedo).

Ese día ellos esperan una visita muy particular, recibirán a quien los va a entrevistar (María Valenzuela) para avanzar con su sueño de adoptar un bebe. Ambos de punta en blanco, repasan todo lo que tienen que hacer y decir, luego ella antes de salir a hacer algunas cosas de último momento, le advierte que no hacer.

El piso de arriba está “sub alquilado” por Dick (Bicho Gómez), uno de los hermanos de Tom, quién no tiene el mejor de los comportamientos y suele ser protagonista de ciertos negocios turbios que terminan manchando al dueño de casa; por otro lado está el tercer hermano, Harry (Yayo Guridi) que si bien no vive ahí, pareciera que sí y aunque ahora trabaja como ayudante de enfermería en un hospital, sus características, no distan mucho de las de Dick. Todo esto es fuente de terror y preocupación para la futura mamá.

Como es de imaginar, si hay cosas que pueden salir mal… posiblemente así sea. Mientras esperan a la mujer de la agencia llevan a cabo un plan para ayudar a Tom que por supuesto, tendrá sus consecuencias.

Cuando llega la visita anhelada, la interesada no está y serán ellos tres los que se ocuparán del tema, sumando a varios personajes que colaborarán con el enredo generalizado. Es así que no faltan una migrante del norte (Gabriela Sari), un policía (Jorge Noya) y alguien más (Rodrigo Raffetto).

Esta ópera prima como director de Nicolás Cabré es un gran acierto. Un vodevil con ritmo, fluidez, delirio, mucho humor y muy buenas interpretaciones. Este género exige que todo sea muy rítmico y cronometrado para que funcione correctamente y sin dudas, así es.

El desplazamiento por la amplia escenografía es muy fluido, usan todos los espacios con atino, sumando a la historia, es una puesta muy corográfica que se vale en gran parte de la gran destreza del Bicho y Gabriela como referentes. El humor físico y expresivo que se maneja, es lo que este espectáculo necesita.

Todos los intérpretes se llevan muy bien con sus personajes y los hacen brillar; claramente Cabré realizó un gran trabajo al elegir el elenco, supo rodearse muy bien para que su debut sea impactante. Más allá de  eso, cabe resaltar el trabajo de Yayo, quien está desopilante y demuestra qué más allá de sus personajes habituales, es un gran actor, definitivamente después de verlo es muy difícil imaginar el papel en la piel de otro actor.

Una comedia hilarante, con un gran debut en la dirección y solventada con muy buenas interpretaciones. Todos van y vienen, mientras los malentendidos y los sobresaltos no paran!

Ficha:

Con Mariano Martínez, Bicho Gómez, Yayo Guridi, Mercedes Oviedo, Gabriela Sari, Rodrigo Raffetto, Jorge Noya y la participación especial de María Valenzuela.

Dirección: Nicolás Cabré

Género: comedia