La familia en el autismo

 

“Siempre juntos” es una comedia dramática familiar que pone sobre la mesa las problemáticas que atraviesa una familia con un hijo dentro del espectro autista, derribando prejuicios y estereotipos sobre la condición y sus representaciones cotidianas en los medios de comunicación y de entretenimiento.

Es una película estrenada en el 2024 con Robert de Niro como gancho principal hacia la cinta, interpretando el papel de Stan, el abuelo de la familia.
Max Bernal (Bobby Cannavale) comediante de stand up y padre de Ezra (William A. Fitzgerald) su hijo quien tiene autismo; realiza hasta lo imposible por protegerlo de un sistema que no se adapta a las necesidades de quien convive el día a día con el espectro. Por un lado la escuela, que no puede contenerlo y exigen cambiarlo a una institución especial, los médicos que buscan solucionar el problema con medicación, y Jenna (Rose Byrne) ex esposa y madre de su hijo, quien cuestiona sus opiniones.

La película es inteligente en situar desde el primer momento al espectador en un lugar de ambivalencia ante dos puntos de vista, por un lado el de Jenna, más proclive a seguir las instrucciones de lo que el sistema le pide, y por otro Max, quien contiene un espíritu más rebelde, su vida la dedica al arte y la comedia, cuestiona los protocolos que se le imponen y pretende saltar lo que él considera vallas que no le permiten garantizarle una vida plena a Ezra.
Jenna debe lidiar y congeniar entre los reproches y cuestionamientos de Max, y las obligaciones a las cuales se debe como responsable legal de la crianza de su hijo.
Pero por otro lado se puede comprender a Max, quien realiza algunas acciones cuestionables al enfrentarse a todo aquello a lo que el sistema no responde adecuadamente y que a veces lo lleva a buscar soluciones más creativas o en ocasiones a generar más problemas y tensar aún más la cuerda; además se intuye que alguna de sus actitudes están estrechamente relacionadas a pertenecer al mismo espectro del que es parte su hijo, tanto en acciones erráticas ante la sociedad de las cuales no es consciente de ello, o al mostrar que sigue viviendo en la casa de su padre y este lo mantiene. Max de alguna forma necesita ayuda al igual que Ezra, su propio hijo.

Max obtiene una orden de alejamiento hacia su familia por parte de la policía después de un accidente con un médico psiquiatra, él decide romper esa restricción y escaparse por la noche con su hijo a un viaje largo en carretera que inicia toda una aventura en la cual termina siendo el pretexto perfecto para que se profundice mucho más sobre esta historia.

El objetivo de este viaje es ir a Los Ángeles al show de Jimmy Kimmel donde Max fue invitado a participar gracias a su labor como comediante de stand up en bares nocturnos, esta trama secundaria funciona bien para mostrar como se interponen las responsabilidades laborales con la familia en su vida diaria, el cual debe malabarear para cumplir con ambas. En un personaje secundario vemos a la gran Whoopi Goldberg en el rol de Jayne, su agente, quien le consigue esa entrevista y presiona a Max a cumplir con su trabajo por medio de llamados telefónicos.

Este viaje se transforma en un trabajo catártico entre un padre y un hijo al vivir experiencias que los lleva al límite a ambos, Ezra se debe adaptar a Max y viceversa. Ocurre una escena muy emotiva en la que Ezra, quien es reticente a los abrazos, hace un esfuerzo enorme para permitir que Max, en un momento de vulnerabilidad, lo arrope y lo tome con sus brazos mientras este cree que duerme. Max a su vez, lidia con las situaciones que genera en la vía pública Ezra frente a algunas de las alteraciones de los sentidos que tiene, como la molestia a los ruidos en una cafetería.

Dentro de la fotografía hay ciertos recursos utilizados de una forma magistral complementado con un ingenioso montaje, luego de la escena en la que Max vive la situación incómoda como consecuencia del propio autismo de su hijo, se inicia una discusión en el auto entre ellos en la que se pone de manifiesto la incomodidad de lo ocurrido por medio de la aparición de destellos de luz muy potentes provenientes de faroles de la calle que se apoderan de toda la pantalla, encandilan al espectador en medio de los planos de oscuridad en la noche donde ellos están situados. Esto resalta aún más ese sentimiento incómodo que es el mismo que tienen los personajes por lo vivido.
En otra escena en la que Ezra se pierde en el medio del bosque ante un ataque de ansiedad, Max lo busca por todas partes en la inmensidad de la oscuridad en la que solo se permite tomar perspectiva de aquel lugar gracias a las pequeñas luces del auto que iluminan la tierra y los sonidos de los gritos de búsqueda desesperados.

Hay pasajes cómicos muy logrados que involucran al personaje amigo de Max quien es griego y los aloja en su casa, el actor logra un carisma con el personaje que rememora a un Philip Seymour Hoffman en pleno estado de gracia, con un aire de desenfado, dice lo que piensa, le gusta fumar hierba y vive una vida despreocupada en medio del campo. Es un momento bien utilizado de descontractura del conflicto principal.

Ezra tiene una obsesión con los diálogos de las películas que le gustan y mientras juega con la hija de una amiga de Max a quien van a visitar, menciona una frase al pasar “a nadie le importó quien era hasta que me puse la máscara” (el Caballero de la noche Asciende), una frase dicha al azar que contiene un trasfondo mucho más importante de lo que aparenta, dentro de la única escena donde se ve a Ezra interactuar con gente de su misma edad; el autismo es una condición para quien lo vive que termina siendo difícil adaptarse a distintos entornos sociales y una de las herramientas principales con las que cuentan es el enmascaramiento de su condición, disfrazarse para adaptarse, y pasar por uno más.

La relación entre Max y su padre Sam, el personaje de Robert de Niro, es otra historia a parte; él, un veterano de guerra quien hizo lo que pudo para cuidar de su hijo sin la presencia de la madre, cometió errores de los cuales hoy se arrepiente, aún así está siempre presente a su manera para resguardarlo, y la película desliza la posibilidad de que toda la generación, desde el abuelo hasta el nieto, pertenecen al espectro.

Es una historia que busca que comprendas lo que es vivir con autismo de forma cotidiana, libre de prejuicios y lejos de la mirada más distanciada de quien no convive con este, el cual suele primar en las historias que retratan la condición, la intención de remarcar aquello en lo que el autismo no se logra ajustar hacia el mundo y en este caso se diferencia al pretender de forma más que acertada que mires como es el mundo quien no ha de lograr ajustarse al autismo.

Título original: Ezra

Año: 2024

Duración: 100 min.

País: Estados Unidos.

Dirección: Tony Goldwin.

Guion: Tony Spiridakis.

Fotografía: Daniel Moder.

Música: Carlos Rafael Rivera.